Exposición a ruido intenso y relación con diversas patologías. El Informe mundial sobre la audición de la OMS y de la OPS incluye amplia información sobre esta temática.

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Exposición a ruido intenso y relación con diversas patologías

La exposición a sonidos intensos pone a niños y adultos en riesgo no solo de pérdida de la audición, sino de otros problemas de salud causados por el ruido, como el insomnio y las enfermedades cardiovasculares.

Por lo común, la exposición a una intensidad sonora5 superior a los 80 dB durante períodos superiores a 40 horas a la semana puede provocar pérdida de la audición, al dañar las células ciliadas sensoriales del oído interno.

Cuanto mayor sea el nivel y la duración del sonido, mayor será el riesgo de pérdida auditiva.

Exposición a ruido intenso y relación con diversas patologías
La exposición a sonidos intensos pone a niños y adultos en riesgo no solo de pérdida de la audición, sino de otros problemas de salud causados por el ruido, como el insomnio y las enfermedades cardiovasculares.

Sonido intensos en el trabajo, entorno cotidiano y actividades recreativas

Pueden encontrarse sonidos intensos en el lugar de trabajo y el entorno cotidiano en general, y con frecuencia también como parte de las actividades recreativas.

Las situaciones que conllevan un riesgo de pérdida de la audición son:

Los altos niveles de ruido ocupacional siguen siendo un problema en todas las regiones del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, más de 30 millones de trabajadores están expuestos a niveles peligrosos de ruido.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo estima que entre el 25% y el 33% de los trabajadores en Europa están expuestos a un alto nivel de ruido al menos durante una cuarta parte de su jornada laboral.

En otras partes del mundo, hay pocos datos sobre la pérdida de la audición causada por el ruido, pero la información disponible indica que los niveles medios de ruido están muy por encima de los niveles recomendados.

Exposición a ruido intenso y relación con diversas patologías
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo estima que entre el 25% y el 33% de los trabajadores en Europa están expuestos a un alto nivel de ruido al menos durante una cuarta parte de su jornada laboral.

Sin la protección necesaria

Y es muy posible que vayan en aumento debido a la creciente industrialización, que no siempre se acompaña de la protección necesaria.

Los trabajadores de la construcción naval, las fuerzas armadas, la ingeniería, la manufactura, la construcción, la carpintería, la fundición, la minería, la industria de alimentos y bebidas, la agricultura y la recreación son los más expuestos a niveles elevados de ruido y sonidos intensos (74–76).

La exposición concomitante a la vibración o a ciertas sustancias químicas (por ejemplo, disolventes o plomo) potencian los efectos nocivos del ruido sobre la audición.

También hay riesgo de pérdida de la audición cuando las personas se exponen a sí mismas a niveles elevados de sonido en los entornos recreativos.

Las actividades recreativas ruidosas, en especial el uso de armas de fuego, pueden causar el mismo daño a la audición que la exposición al ruido laboral.

La escucha prolongada de música a gran volumen a través de dispositivos de audio personales (es decir, reproductores de música personales utilizados con auriculares o audífonos) aumenta el riesgo de pérdida de la audición y provoca un deterioro de los umbrales audiométricos.

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También hay riesgo de pérdida de la audición cuando las personas se exponen a sí mismas a niveles elevados de sonido en los entornos recreativos.

Dispositivos de audio portátiles

Las personas que utilizan habitualmente dispositivos de audio portátiles pueden exponerse al mismo nivel de sonido en 15 minutos de música a 100 dB que el que recibiría un trabajador industrial en una jornada de 8 horas a 85 dB.

Dado que los límites de volumen de un oyente típico se sitúan entre los 75 dB y 105 dB, esto es motivo de preocupación.

La OMS estima que más del 50% de las personas de entre 12 y 35 años escuchan música a través de sus dispositivos de audio personales a un volumen que supone un riesgo para su audición.

En el caso de las personas que acuden con frecuencia a lugares de entretenimiento, casi el 40% corre el riesgo de perder la audición.



En el entorno cotidiano son habituales los sonidos intensos. Algunos ejemplos comunes son el ruido del tráfico o de los electrodomésticos.

En general, la exposición ambiental al ruido es, en la mayoría de los casos, inferior a los niveles requeridos para sufrir una pérdida de la audición irreversible.

Sin embargo, las personas expuestas a esos niveles de ruido (que no son suficientes para provocar una pérdida de la audición) pueden sufrir otros efectos sobre la salud, como un mayor riesgo de cardiopatía isquémica, hipertensión, trastornos del sueño, molestia y alteraciones cognitivas.

Está comprobado que el ruido daña las estructuras de la cóclea de una manera lineal, es decir, cuanto mayor es la exposición, mayor es el efecto.

A veces, el daño se manifiesta únicamente como dificultad para comprender el habla en un entorno ruidoso, un problema que mencionan con frecuencia las personas con pérdida de la audición causada por el ruido.

Además, la exposición al ruido se asocia habitualmente con acúfenos (tinnitus) ―zumbido de oídos― y el fenómeno conocido como “pérdida auditiva oculta”.

Se llama así a la percepción consciente de una sensación auditiva en ausencia de un estímulo externo correspondiente; también se conoce como acúfeno.

Los acúfenos suelen ser consecuencia de la exposición al ruido y pueden acompañar una pérdida de la audición clínicamente evidente o producirse en ausencia de ella. Las investigaciones demuestran que los trabajadores expuestos al ruido son más propensos a sufrir tinnitus.

Otros trastornos auditivos y no auditivos también pueden provocar tinnitus. A su vez, una serie de factores psicológicos, como la ansiedad y la depresión, influyen en la aparición, la percepción y las repercusiones de los acúfenos. La prevalencia en la población general oscila entre el 5,1% y el 42,7%, mientras que el tinnitus molesto se presenta en el 3% al 30% de la población.

Exposición a ruido intenso y relación con diversas patologías
Los acúfenos suelen ser consecuencia de la exposición al ruido y pueden acompañar una pérdida de la audición clínicamente evidente o producirse en ausencia de ella.

Se refiere a una afección en la cual una persona presenta los síntomas comunes del daño auditivo causado por el ruido, como dificultad para percibir los sonidos, tinnitus e hiperacusia.

Sin embargo, como su nombre lo indica, la pérdida auditiva oculta no se detecta en la audiometría de tonos puros, que muestra una sensibilidad auditiva normal entre 250 y 8.000 Hz.

Este trastorno se atribuye a la destrucción de las conexionessinápticas entre las células ciliadas y las neuronas cocleares (sinaptopatía coclear), que se produce mucho antes de que se dañen las células ciliadas y como resultado de la exposición al ruido.

Es probable que muchas personas sufran pérdida auditiva oculta y que se produzca en grupos de menor edad debido a la creciente exposición al ruido recreativo.

También se ha propuesto que los cambios causados por la exposición al ruido, incluso en las primeras etapas de la vida, hacen que los oídos sean mucho más vulnerables al envejecimiento y aceleran la aparición de la pérdida auditiva relacionada con la edad.

Independientemente de cómo se manifieste, mientras continúe la exposición, el daño auditivoirreversible causado por el ruido avanza de manera imparable.

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