Reflexiones de una psicóloga sobre salud mental y alta sensibilidad. Abordamos en este artículo un nuevo aspecto de las Personas Altamente Sensibles.
En 2025, seguimos aprendiendo sobre el significado de ser PAS. Nos queda mucho por conocer. Para ello, contamos con la colaboración de la Asociación de Psicólogos y Profesionales de Alta Sensibilidad (PAS España).
Ser una persona altamente sensible no es una desventaja, sino una forma profunda de estar en el mundo, con una capacidad única para captar matices emocionales, conectar con los demás y reflexionar con profundidad.
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Reflexiones de una psicóloga sobre salud mental y alta sensibilidad
Dra. Manuela Pérez Chacón
Cuando la sensibilidad es una fortaleza y un reto constante
En los últimos años, la salud mental ha empezado a ocupar un lugar más visible en nuestras vidas, en los medios de comunicación y, poco a poco, también en las políticas públicas.
Se habla de ampliar recursos, de atender más a la comunidad, de cuidar al cuidador. Como psicóloga sanitaria que trabaja en clínica, y también como persona altamente sensible (PAS), me alegra ver que, aunque todavía queda mucho por hacer, algo se está moviendo en la dirección correcta.
La alta sensibilidad es un rasgo que comparten entre un 15% y un 20% de las personas. No es un diagnóstico ni una etiqueta clínica, sino una forma de procesar la realidad de manera más intensa y profunda.
Una PAS percibe con gran detalle lo que ocurre a su alrededor, capta matices en los gestos, en los tonos de voz, en el ambiente, y además procesa esa información con mucha profundidad.
Personas Altamente sensibles, fortaleza y reto constante
Esta cualidad puede ser una enorme fortaleza, ya que nos permite conectar con los demás de manera genuina, crear soluciones creativas y percibir necesidades que para otros pasan inadvertidas.
Pero también es cierto que vivir con este rasgo puede suponer un reto, sobre todo en un mundo que a menudo pide rapidez, productividad constante y una gratificación inmediata.
En consulta, veo con frecuencia a personas que llegan agotadas, saturadas por un ritmo que no respeta sus necesidades sensoriales y emocionales.
Y no siempre se trata de grandes problemas, sino de una acumulación diaria de pequeñas sobrecargas: ruido constante o intenso, múltiples tareas, interrupciones, expectativas externas, o bien, falta de espacios naturales o tranquilos.

Salud mental y diversidad emocional
Por eso me parece tan importante que, cuando hablamos de mejorar la salud mental de la población, no nos quedemos solo en cifras y diagnósticos, sino que pensemos también en la diversidad emocional.
Hay personas que necesitan ambientes más silenciosos, tiempos de recuperación después de una jornada intensa o un trato que respete su forma más pausada de procesar la información.
Esto no es un capricho ni una debilidad, es simplemente adaptar el entorno para que quede oculto aquello que, bien cuidado, es una gran fortaleza.
¿Cómo abordar el bienestar psicológico?
El Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 marca una hoja de ruta que busca transformar la forma en que se aborda el bienestar psicológico en nuestra sociedad.
Entre sus prioridades está reforzar los recursos humanos, un aspecto clave en un contexto donde la falta de profesionales cualificados sigue limitando la atención.
Para las PAS, contar con especialistas formados y con sensibilidad hacia su perfil resulta esencial para recibir un acompañamiento adecuado y evitar diagnósticos o intervenciones poco ajustadas.
Intervención temprana y seguimiento ambulatorio
Otro eje fundamental es la promoción de alternativas a la hospitalización, apostando por la atención comunitaria, los programas de intervención temprana y el seguimiento ambulatorio.
Esta orientación más cercana y menos medicalizada puede ser especialmente positiva para las PAS, que encuentran mayor bienestar en entornos cotidianos y menos intrusivos.
El plan también pone el foco en el fortalecimiento de la red comunitaria, vital para detectar precozmente dificultades emocionales y ofrecer apoyos adaptados.
Para muchas PAS, la conexión con recursos sociales, centros de salud y el propio entorno familiar es decisiva para su integración y equilibrio emocional.
Cuidar también la salud mental del que cuida
Asimismo, se reconoce la necesidad de cuidar la salud mental de los propios profesionales sanitarios.
Como psicóloga y PAS, sé de primera mano lo importante que es prevenir el desgaste y el burnout en una profesión que exige altos niveles de empatía y resiliencia.
Esta medida cobra aún más valor para quienes, por su sensibilidad, están más expuestos al impacto emocional de la práctica clínica.
Por último, el plan incorpora la prevención de los problemas derivados del trabajo, promoviendo entornos laborales más saludables.
Pausas y ambientes menos estimulantes
En el caso de las PAS, esto supone la oportunidad de contar con espacios que respeten sus ritmos internos, la necesidad de pausas y ambientes menos estimulantes, lo que puede favorecer tanto su bienestar como su rendimiento.
En definitiva, este marco político abre la puerta a cambios que, bien implementados, pueden suponer un gran avance no solo para la población general, sino también para aquellas personas cuya sensibilidad exige un acompañamiento más consciente y respetuoso.

¿Cómo vivir la alta sensibilidad?
En mi trabajo, me encuentro con muchas personas que descubren que son altamente sensibles ya en la edad adulta, a menudo después de años sintiendo sobreestimulación. Se trata de sentirse demasiado emocionales, demasiado perfeccionistas, demasiado susceptibles a los cambios.
El problema no estaba en ellas, sino en no haber contado con la información ni las estrategias para comprender su rasgo. La psicoeducación, el autoconocimiento y el entrenamiento en habilidades de autorregulación pueden transformar por completo la manera de vivir la alta sensibilidad.
Poner límites y negociar entornos más saludables
Un aspecto que me parece fundamental es que las personas altamente sensibles no solo necesitan aprender a cuidarse, sino también a poner límites y a negociar entornos más saludables.
Y aquí no hablo únicamente de su vida personal, sino también de lo laboral. Pasamos tantas horas trabajando que, si ese espacio no es saludable, la factura emocional es inevitable.
De hecho, la prevención de problemas de salud mental relacionados con el trabajo debería incluir medidas muy concretas, tales como:
- pausas reales,
- reducción de estímulos innecesarios,
- posibilidad de teletrabajar cuando sea viable,
- o incluso adaptar ciertos puestos para que no estén expuestos a sobrecargas sensoriales constantes.
Empatía y conexión genuina con los pacientes
También creo que es necesario hablar de quienes estamos al otro lado, los profesionales de la salud mental. En mi caso, ser PAS me permite una empatía profunda y una conexión genuina con mis pacientes. Pero esa misma apertura emocional también me hace más vulnerable al desgaste.
Por eso, valoro tanto los pequeños cambios que empiezan a introducirse en el sistema para cuidar a quienes cuidamos. Por ejemplo, más formación, más apoyo, más espacios de descarga emocional. Porque si el profesional está saturado, difícilmente podrá sostener el proceso terapéutico de alguien más.
Comprensión y valoración
En los últimos años se ha observado, que cada vez hay más conciencia y más iniciativas para reforzar la atención de la población, prevenir problemas antes de que se agraven y reconocer que la salud mental no se limita a la ausencia de trastornos.
Para las PAS, esto significa que pueden encontrar un espacio en el que su forma de sentir no solo sea comprendida, sino también valorada.
No es una cuestión de crear protocolos exclusivos para las PAS, sino de que la mirada profesional y social integre que no todos procesamos el mundo de la misma forma.
Si conseguimos que las políticas, los entornos laborales, la educación y los servicios de salud mental sean más flexibles e inclusivos, estaremos beneficiando a todo el mundo, no solo a este grupo.
Creatividad, empatía y vínculos humanos de calidad
La alta sensibilidad, bien acompañada, no es una carga, puede llegar a ser un recurso extraordinario para la creatividad, la empatía y la construcción de vínculos humanos de calidad.
Pero para que florezca, necesita entornos que no castiguen la intensidad emocional ni el tiempo que a veces hace falta para procesar y decidir. Y eso es algo que se construye entre los profesionales, las instituciones, las empresas, las familias y, por supuesto, cada persona aprendiendo a cuidar de sí misma.
El Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 abre una puerta esperanzadora para mejorar la atención, prevención y calidad de vida de las personas en España, incluyendo a las Personas Altamente Sensibles, que necesitan un abordaje adaptado y comprensivo.
Atender con respeto y eficacia a las personas con sensibilidad aumentada
Como psicóloga clínica y PAS, confío en que este plan impulse una transformación en la que la diversidad emocional sea reconocida, los profesionales estén mejor preparados y los recursos comunitarios se fortalezcan para atender con respeto y eficacia a quienes viven con una sensibilidad aumentada.
La salud mental es un derecho que debe ser garantizado desde la empatía y el conocimiento profundo de la complejidad humana. Espero que esta nueva etapa sea un paso hacia un sistema más humano, inclusivo y sostenible.
También como psicóloga y PAS, creo firmemente que este es el momento de seguir visibilizando este rasgo y de reivindicar un mundo que lo contemple. No desde la fragilidad, sino desde la certeza de que la sensibilidad, lejos de ser un obstáculo, es una forma de fortaleza.
Todo lo que necesitas saber sobre las Personas Altamente Sensibles (PAS)
Dra. Manuela Pérez Chacón, presidenta de PAS España
La Dra. Manuela Pérez Chacón es Licenciada en Psicología con dos especialidades, industrial y clínica, por la Universidad nacional de Educación a distancia. Es Doctora en Psicología de los Recursos Humanos por la Universidad de Sevilla.

En el área de la salud, es fundadora y miembro de la Unidad de Salud Mental del Hospital Jerez Puerta del Sur. Trabaja realizando psicoterapia cognitivo conductual. Pertenece al Colegio de Psicólogos de Andalucía Occidental.
En el área de la Psicología Industrial, es fundadora y miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Técnicos en Prevención de Riesgos Laborales de Andalucía. Trabaja e investiga en riesgos psicosociales. Tiene experiencia como profesora ayudante en la Universidad Internacional de la Rioja.
En el área de la Psicología de la Personalidad, es fundadora y preside la Asociación de Psicólogos y Profesionales de Alta Sensibilidad (PAS España). Trabaja la difusión y divulgación científica de la Sensibilidad de Procesamiento sensorial, colaborando en medios de comunicación, tales como RNE, TVE o El País y ahora con jupsin.com, IPDGrupo.com.
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