
«Checklist del alma rota»: cuando el amor confunde y agota. Abordamos en este artículo un nuevo aspecto de las Personas Altamente Sensibles. En 2025, seguimos aprendiendo sobre el significado de ser PAS.
Nos queda mucho por conocer. Para ello, contamos con la colaboración de la Asociación de Psicólogos y Profesionales de Alta Sensibilidad (PAS España).
Ser una persona altamente sensible no es una desventaja, sino una forma profunda de estar en el mundo, con una capacidad única para captar matices emocionales, conectar con los demás y reflexionar con profundidad.
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«Checklist del alma rota»: cuando el amor confunde y agota
Dra. Manuela Pérez Chacón
En mi consulta de psicología es frecuente escuchar frases como “ya no sé si soy yo la que exagera” o “siento que todo lo hago mal”.
Muchas de estas expresiones proceden de personas altamente sensibles (PAS), cuya profundidad emocional y capacidad para percibir matices hacen que ciertos patrones relacionales les impacten con mucha más intensidad.
No suelen vivir un conflicto puntual, sino una relación que ha ido erosionando poco a poco su estabilidad interna.
Cuando el amor se mezcla con control, desvalorización o manipulación
El llamado «Checklist del alma rota» recoge con claridad algunas de las dinámicas que aparecen en vínculos donde el amor se mezcla con control, desvalorización o manipulación.
Sin embargo, como psicóloga sanitaria, es importante ir más allá del dramatismo y centrarse en comprender los mecanismos que lo generan, detectar señales tempranas y promover estrategias de autocuidado emocional y recuperación.
No todo es toxicidad ni todas las parejas son dañinas; simplemente, hay vínculos que no saben amar de forma sana, y en las personas altamente sensibles este impacto puede ser aún mayor.

Amor y perfeccionismo
Cuando el amor se confunde con perfeccionismo, las críticas constantes, los comentarios irónicos o el clásico «no es para tanto» van desgastando lentamente la autoestima.
Esto afecta especialmente a las personas altamente sensibles, que procesan la información de forma profunda y tienden a reflexionar mucho sobre el sentido de los mensajes. Sufren con más intensidad la descalificación porque detectan matices que a otros les pasarían desapercibidos.
Este patrón suele aparecer en personas con una necesidad excesiva de control o una visión rígida de cómo deberían ser las cosas. Desde fuera puede parecer «solo exigencia», pero en realidad socava la seguridad emocional del otro.
En estos casos es esencial establecer límites claros, aprender a distinguir entre una crítica constructiva y un ataque personal, y recordar que la sensibilidad emocional no es exageración, sino una forma legítima de experimentar el mundo.
«Luz de gas»
El gaslighting es una de las formas de manipulación emocional que más dañan a una persona altamente sensible.
Debido a su capacidad de introspección, las PAS pueden llegar a cuestionarse profundamente si su percepción es correcta, especialmente cuando reciben mensajes constantes que invalidan sus emociones.
Frases como «eso no pasó así», «eres demasiado sensible» o «siempre dramatizas» generan una duda que va calando hasta alterar la confianza interna.
Para proteger la salud mental es esencial validar la propia experiencia, apoyarse en personas de confianza que ayuden a contrastar la realidad y registrar hechos concretos para no perderse en la confusión que provoca este tipo de manipulación.
Discutir o tener percepciones diferentes es normal; lo dañino es negar sistemáticamente el derecho del otro a sentir o recordar.

Amor y celos
Los celos también pueden disfrazarse de amor y afectar de forma particular a quienes sienten más profundamente. Los celos intensos y la vigilancia continua no son muestras de cariño, sino señales de inseguridad y desconfianza.
Pedir contraseñas, revisar mensajes o controlar el vestuario vulnera la libertad personal y destruye los cimientos de una relación sana.
En las personas altamente sensibles, este tipo de control genera una enorme carga emocional, porque perciben la tensión, la desconfianza y la invasión de límites con mayor claridad.
El control nunca previene una infidelidad: solo genera intranquilidad. Reconocer los celos como un problema y trabajarlos profesionalmente es un acto de madurez emocional, tanto si afecta a uno mismo como si viene por parte de la pareja.
Aislamiento Emocional
El aislamiento emocional también tiene un impacto profundo en las PAS. Suelen nutrirse de relaciones significativas, espacios seguros y vínculos auténticos.
Cuando una pareja comienza a erosionar esos apoyos con frases como «tu amiga no me cae bien» o «tu familia no te entiende», poco a poco la persona sensible se queda sin referentes externos. Al desaparecer sus redes de apoyo, la dependencia emocional crece y su equilibrio interno empieza a tambalearse.
Conservar espacios personales es imprescindible: amistades, actividades, hobbies, momentos de descanso y autocuidado. La autonomía no es deslealtad. Y si alguien intenta cortar esos vínculos, conviene preguntarse por qué le molesta que existan otras figuras de afecto.
Recuperar las conexiones perdidas es especialmente sanador en quienes procesan la vida de manera profunda y emocional.
Cuando estos patrones se mantienen en el tiempo, el resultado suele ser un desgaste emocional acompañado de ansiedad, hipervigilancia, inseguridad, culpa o sensación de vacío.

Reaprendizaje del amor sano
En las personas altamente sensibles, la huella puede ser aún más marcada debido a su capacidad de sentir con intensidad y a su tendencia a la reflexión interna. Sin embargo, este punto no debe verse como un final trágico, sino como el inicio de un proceso de cambio.
En terapia, la reconstrucción emocional suele incluir una fase de toma de conciencia, una etapa de reconexión con la identidad perdida y un reaprendizaje del amor sano, diferenciando entre pasión y dependencia, atención y control, crítica y comunicación.
Relaciones dañinas
En una época donde el término “relación tóxica” se utiliza con ligereza, conviene recordar que todos podemos equivocarnos o reaccionar mal. Una relación saludable no se basa en la ausencia de conflictos, sino en la capacidad de repararlos y de evolucionar juntos.
Una relación puede sanar cuando existe reconocimiento de los errores, comunicación abierta, respeto incluso en la discusión y disposición para pedir ayuda.
Pero una relación se deteriora cuando el miedo, la culpa o el silencio se vuelven cotidianos, cuando solo una persona carga con la responsabilidad o cuando la libertad y la alegría se van apagando lentamente.
Salir de una relación dañina es un proceso que requiere tiempo, apoyo y autocompasión. Las personas altamente sensibles suelen necesitar especialmente recuperar rutinas placenteras, reconectar con su propio interior y reconstruir su sensación de seguridad.
El amor sano aporta calma, presencia y respeto mutuo
Hablar de lo vivido, buscar ayuda profesional, recuperar hábitos y no culparse son pasos fundamentales. Redefinir el amor también forma parte de la recuperación: un amor sano no humilla, no controla, no exige renunciar a uno mismo. El amor sano aporta calma, presencia y respeto mutuo.
El «Checklist del alma rota» no pretende señalar culpables, sino invitar a reflexionar sobre cómo nos relacionamos.
En la práctica clínica, muchas personas altamente sensibles llegan pensando que necesitan «curarse del otro» pero terminan descubriendo que el verdadero camino consiste en reconciliarse consigo mismas.
Sanar no significa odiar a quien nos hizo daño, sino recuperar la capacidad de amar sin miedo y sin perderse en el intento. Y en las PAS, ese proceso de reconexión con su sensibilidad, lejos de ser una debilidad, se convierte en su mayor fortaleza.
Todo lo que necesitas saber sobre las Personas Altamente Sensibles (PAS)
Dra. Manuela Pérez Chacón, presidenta de PAS España
La Dra. Manuela Pérez Chacón es Licenciada en Psicología con dos especialidades, industrial y clínica, por la Universidad nacional de Educación a distancia. Es Doctora en Psicología de los Recursos Humanos por la Universidad de Sevilla.
En el área de la salud, es fundadora y miembro de la Unidad de Salud Mental del Hospital Jerez Puerta del Sur. Trabaja realizando psicoterapia cognitivo conductual. Pertenece al Colegio de Psicólogos de Andalucía Occidental.

En el área de la Psicología Industrial, es fundadora y miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Técnicos en Prevención de Riesgos Laborales de Andalucía. Trabaja e investiga en riesgos psicosociales. Tiene experiencia como profesora ayudante en la Universidad Internacional de la Rioja.
En el área de la Psicología de la Personalidad, es fundadora y preside la Asociación de Psicólogos y Profesionales de Alta Sensibilidad (PAS España). Trabaja la difusión y divulgación científica de la Sensibilidad de Procesamiento sensorial, colaborando en medios de comunicación, tales como RNE, TVE o El País y ahora con jupsin.com, IPDGrupo.com.
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