¡Adiós a los mitos y creencias populares sobre el sueño! (1). El sueño es una parte de la vida del ser humano que no escapa a la mitología popular.
Lo sabe muy bien la Dra. Irene Rubio Bollinger, especialista de la Unidad de Sueño del Hospital Quirónsalud Sur.
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¡Adiós a los mitos y creencias populares sobre el sueño! (1)
Dra. Irene Rubio Bollinger
Los mitos son creencias populares sin evidencia científica que los avale. No son comprobables pero se consideran verdaderos.
Transmiten valores, creencias y conceptos de generación en generación sin ser hechos comprobados.
Estos incluso pueden persistir a pesar de tener evidencias científicas en contra. Y en el campo de la salud pueden llevar incluso a fomentar hábitos no saludables en la población.
Desgraciadamente, el sueño es una parte de la vida del ser humano que no escapa a estos mitos.
Mitos, televisión y publicidad
Estos mitos y creencias falsas suelen calar en la población general a través de mensajes televisivos y de publicidad que nos bombardean con mensajes erróneos sobre la salud en general.
Sabemos que las creencias están asociadas al comportamiento. Por lo tanto, cambiar ciertas creencias relacionadas con la salud que son inciertas puede ser una estrategia prometedora para promocionar la salud pública.
Las creencias son constructos cognitivos y que son proclives a cambiar a lo largo del tiempo a través de la experiencia y la influencia de nuevos hallazgos y estudios.
Estudios científicos validados
Las campañas de salud pública pueden llegar a numerosos individuos para promover una conciencia y conocimiento sobre hábitos de salud y cambiar así creencias y por tanto comportamientos.
Por eso, es importante que la promoción de estos hábitos esté basada en estudios científicos validados.
Visión más realista y científica
En otros artículo, comentaré muchos de estos mitos o creencias falsas para cambiarlos por una visión más realista y basada en estudios científicos, intentando así fomentar hábitos más saludables y apropiados respecto al Sueño.
De hecho, como ejemplo, ha habido campañas de salud previas que instaban a dejar de fumar y a conducir con precaución para evitar accidentes que han tenido cierto éxito en este sentido.
Lo mismo seria recomendable respecto a realizar campañas de salud en torno a la relación del sueño y la salud para conseguir hábitos saludables en la población con un enfoque preventivo y de mejora de la salud del individuo.
Desmontando algunos falsos mitos sobre el sueño
(1) Tener la capacidad de quedarse dormido en cualquier lugar y en cualquier momento es un signo de tener una buena capacidad de dormir y una buena salud
En realidad, el hecho de quedarse dormido en cualquier sitio o lugar o momento es indicativo de una privación de sueño nocturno o falta de descanso adecuado.
La somnolencia diurna excesiva es uno de los síntomas, por ejemplo, de las apneas del sueño o el síndrome de piernas inquietas.
Es decir, la propensión elevada a quedarse dormido en situaciones en las que no es normal ni deseable es signo de que hay un problema de sueño subyacente no diagnosticado.
(2) Muchos adultos necesitan solo cinco horas o menos de sueño para estar sanos
Lo que se ha comprobado es que dormir cinco horas o menos provoca alteraciones cardiovasculares y una menor supervivencia.
Provoca alteraciones metabólicas, mentales e inmunitarias. Aunque existen algunas personas que denominamos «short sleeper» o dormidor corto y que pueden funcionar adecuadamente con solo cinco horas, son una gran excepción.
Por el contrario, la media de horas que necesitan los adultos para funcionar adecuadamente es aproximadamente de siete y media. Recomendado sería por tanto que el descanso fuera de un mínimo de siete horas diarias.
(3) Los adultos duermen más cuanto más envejecen
En realidad siguen necesitando de siete u ocho horas diarias como el resto de los adultos, pero muchas veces su sueño está fragmentado por padecer algunas enfermedades, es mas superficial y menos reparador.
Por ello, compensan muchas veces con siestas diurnas el mal descanso nocturno.
Pero su necesidad de descanso no disminuye, simplemente cambia el patrón de sueño por múltiples circunstancias.
(4) No importa a que hora duermas del día o de la noche, lo importante es dormir en total siete horas
El sueño diurno suele ser más superficial y más corto que el sueño nocturno. Hay más probabilidades de tener problemas de salud física y mental.
Por eso es importante aconsejar con buenas rutinas y hábitos a los trabajadores con turnos de noche.
Pero siempre es más deseable dormir en periodo nocturno ajustándonos al patrón de luz -oscuridad externo y en consonancia con nuestros ritmos hormonales de nuestro reloj biológico.
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