Causas y tratamiento del trastorno bipolar. Encontramos respuestas en este artículo de Sonia Díaz Castillo, enfermera especializada en la Unidad de Bienestar y Salud Mental del Hospital Quirónsalud Digital, Grupo Quirónsalud
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Causas y tratamiento del trastorno bipolar
Sonia Díaz Castillo
Seguramente habréis escuchado a lo largo de vuestra vida que una persona que cambia repentinamente de opinión o que tenga algunos cambios de humor, se la considera una persona bipolar.
Usar este término es totalmente erróneo, ya que el trastorno bipolar nada tiene que ver con simples cambios en el estado de ánimo, por intensos o cambiantes que sean. Probablemente, el término exacto que se debería usar en estos casos, es el de persona altamente inestable, o persona con mucha inestabilidad emocional, si queremos ser más precisos.
Las personas bipolares o, mejor dicho, las personas que tienen diagnosticado un trastorno bipolar, padecen una enfermedad mental que implica, a grosso modo, largos periodos de estabilidad en su vida, pudiendo aparecer en algún momento algún episodio depresivo o maniaco.
Características y síntomas del trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo. Uno de los principales problemas es que se tarda en detectar entre 5 y 10 años porque a menudo se confunde con una depresión.
Aunque no tiene cura, un tratamiento y seguimiento adecuado permite a la mayoría de los pacientes llevar una vida normal en el ámbito social, laboral y familiar.
Las personas a las que se les diagnosticará el trastorno, han pasado por uno o varios episodios depresivos a lo largo de su vida, caracterizados por:
- Sentirse muy tristes, desesperanzados o inútiles
- Sentirse solos o aislarse de los demás
- Hablar muy despacio, sentir que no tiene nada que decir u olvidar mucho
- Tener poca energía
- Dormir demasiado
- Comer demasiado o muy poco
- Falta de interés en sus actividades habituales y no poder hacer cosas simples
- Pensar en la muerte o el suicidio
Hablamos de trastorno bipolar cuando esta persona que ha sufrido uno o varios episodios depresivos a lo largo de su vida, realiza, además, en algún momento, un episodio maníaco, caracterizado por:
- Sentirse muy optimista, eufórico o animado
- Sentirse nervioso o acelerado, más activo de lo habitual
- Tener muy mal genio o parecer extremadamente irritable
- Dormir menos
- Sentirse inusualmente importante, talentoso o poderoso
- Hacer cosas arriesgas que muestren falta de juicio, como comer y beber demasiado, gastar o regalar mucho dinero o tener relaciones sexuales poco seguras
Este episodio es de tanta intensidad, y tan limitante (la gran mayoría terminan en urgencias o detenidos), que con un solo episodio maníaco (sin depresiones anteriores), ya se puede diagnosticar el Trastorno Bipolar. En función de la intensidad, se distinguen tres tipos:
Trastorno bipolar I
El trastorno bipolar I incluye episodios maníacos que duran al menos 7 días o síntomas maníacos tan graves que necesitan atención hospitalaria inmediata.
Los episodios depresivos también son frecuentes. Suelen durar al menos dos semanas.
Este tipo también puede implicar episodios mixtos (incluye síntomas maníacos y depresivos. Por ejemplo puede sentirse muy triste o vacío, mientras que al mismo tiempo se siente extremadamente lleno de energía).
Trastorno bipolar II
El trastorno bipolar II se caracteriza por episodios depresivos. Pero en lugar de graves episodios maníacos se presentan episodios hipomaníacos.
La hipomanía es una versión menos grave de la manía (muy feliz, muchas ideas, expansivo, mayor energía, irritabilidad más controlada, etc.).
Trastorno ciclotímico
El trastorno ciclotímico ciclotimia también presenta síntomas hipomaníacos y depresivos, pero no son tan intensos o duraderos. Los síntomas suelen durar al menos dos años en adultos y un año en niños y adolescentes.
Causas del trastorno bipolar
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar. Sin embargo, diversas investigaciones sugieren que es en su origen, esencialmente biológica.
El sistema límbico es el responsable de regular las emociones y de que el estado de ánimo esté estable y acorde a las circunstancias. Es decir, influye en que cada día nos levantemos con un humor similar y coherente con lo que sucede en la vida.
Evidentemente, este humor será más o menos estable en función de diferentes aspectos como la salud física, el descanso, los acontecimientos diarios, etc.
Componente genético y situaciones vitales
En el caso de las personas que tienen trastorno bipolar, el sistema límbico funciona erróneamente, por lo que su estado de ánimo sufre bruscas alteraciones sin que necesariamente exista un motivo que lo justifique.
Los neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la acetilcolina juegan un papel crucial en cada fase. En las fases maníacas existe un aumento de los niveles de dopamina, y en las depresivas, una disminución de la serotonina. Hormonas, como la tiroxina, también son importantes.
Un modelo muy aceptado explica la enfermedad como resultado de la combinación de un componente genético con determinadas situaciones vitales adversas que actúan como desencadenantes.
Los efectos probablemente pequeños, aditivos e interactivos de muchos genes confieren una mayor vulnerabilidad personal que posibilita que determinadas situaciones como el estrés, los periodos de falta de horas de sueño o el consumo de drogas o sustancias estimulantes ocasionen un desequilibrio de sistemas neuroquímicos (serotonina, noradrenalina, dopamina, etc.) y probablemente hormonal que a su vez provocan los síntomas psíquicos y físicos de la enfermedad.
Tratamiento del trastorno bipolar
El tratamiento para el trastorno bipolar, generalmente comprende medicamentos y formas de psicoterapia, ya sea para el tipo I o tipo II.
Psicofármacos
Algunas personas quizás tengan que probar con varios medicamentos diferentes antes de encontrar los que funcionan mejor. Los más comunes incluyen estabilizadores del estado de ánimo y antipsicóticos atípicos. Los estabilizadores del estado de ánimo, como el litio o el valproato, ayudan a evitar nuevos episodios o a reducir su gravedad.
El litio también puede disminuir el riesgo de suicidio. Si bien a menudo se trata la depresión bipolar con medicamentos antidepresivos, también se debe tomar un estabilizador del estado de ánimo, ya que tomar solo un antidepresivo puede desencadenar un episodio maníaco o ciclos rápidos en una persona con trastorno bipolar. A veces se agregan los medicamentos para el sueño o la ansiedad a los estabilizadores del estado de ánimo como parte de un plan de tratamiento.
Psicoterapia
La psicoterapia tiene como objetivo ayudar a una persona a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos problemáticos. Se ofrece apoyo, educación, habilidades y estrategias a estas personas ya sus familias.
Algunos tipos de psicoterapia han demostrado ser tratamientos eficaces cuando se usan con medicamentos. Estas incluyen la terapia interpersonal y de ritmo social, cuyo objetivo es comprender y trabajar con los ritmos biológicos y sociales de la persona.
La terapia cognitiva conductual es un tratamiento importante para la depresión y adaptada para el tratamiento del insomnio puede ser especialmente útil como componente del tratamiento.
Otros tratamientos
Algunas personas pueden beneficiarse de otros tratamientos para controlar sus síntomas:
Terapia electroconvulsiva
Es un procedimiento de estimulación cerebral que puede ayudar a aliviar los síntomas más graves.
Por lo general, se contempla este tipo de terapia solo si el paciente no ha mejorado después de probar con otros tratamientos. O cuando se necesita una respuesta rápida, como en el caso de riesgo de suicidio o catatonia (un estado de estupor).
Estimulación magética transcraneal
Es un tipo de estimulación cerebral que utiliza ondas magnéticas, en lugar del estímulo eléctrico de la terapia electroconvulsiva para aliviar la depresión durante una serie de sesiones de tratamiento.
Aunque no es tan potente como la terapia electroconvulsiva, la estimulación magnética transcraneal no requiere anestesia general y presenta pocos riesgos de efectos cognitivos adversos.
Terapia de luz
La terapia de luz es el mejor tratamiento para el trastorno afectivo estacional, ya que muchas personas con trastorno bipolar presentan un empeoramiento de depresión en el invierno.
En definitiva, el trastorno bipolar precisa de cuidados especializados a nivel bio-psico-social por parte de un equipo multidisciplinar de profesionales capacitados para llevar a cabo un seguimiento adecuado a lo largo del proceso de recuperación del paciente.
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