Comunicar de forma efectiva: Estilo Pasivo. Publicamos un nuevo artículo de la psicóloga especializada en Intervención Social y Orientación Educativa Silvia Chamorro sobre la adquisición temprana de rutinas saludables, dentro del concepto de Parentalidad Positiva.
Silvia aborda la parentalidad positiva partiendo de la crianza y educación en salud. De esta forma, dispondremos de todas las claves para una salud plena.
En anteriores publicaciones descubrimos las dimensiones que conforman la salud y las emociones consideradas básicas, comunes para todas las personas.
Continuamos ahora con una serie de artículos sobre estilos comunicativos y su importancia en la comprensión y asimilación del mensaje por las y los menores.
Te lo contamos en jupsin.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre igualdad y salud.
Nadie nos puede decir cómo criar o educar, cada situación es única. Pero en cualquier caso, la información siempre es útil para decidir.
La idea de estos artículos es ofrecer información a madres, padres, abuelas, abuelos y personas responsables de una o un menor, incluyendo propuestas útiles y aplicables que conviertan la crianza en algo constructivo y agradable.
Comunicar de forma efectiva: Estilo Pasivo
Silvia Chamorro – Psicóloga – Intervención Social y Orientación Educativa
Si analizamos nuestra propia comunicación nos daremos cuenta de que fluctuamos entre los distintos estilos en función de las personas, las situaciones o el estado emocional en el que nos encontremos.
Pero es posible que identifiquemos también un estilo predominante, que según numerosa literatura científica suele corresponder con alguno de los cuatro estilos comunicativos:
- pasivo,
- agresivo,
- pasivo-agresivo,
- y asertivo.
Si consigues identificarte con alguno de los estilos es un primer paso importante hacia la comunicación efectiva; pero solo es eso, un paso, hay que dar muchos más para obtener cambios y empezar a comunicarnos mejor con nuestro entorno.
Reflexionar sobre mi estilo de comunicación
El siguiente paso lógico sería reflexionar sobre mi propio estilo de comunicación y valorar sus aspectos positivos y perjudiciales. Para ayudarte, en esta y en próximas publicaciones abordaremos en profundad cada uno de los estilos.
Recordemos que, a pesar de poder identificar un estilo de comunicación dominante, todo el tiempo que no lo estamos utilizando nos comunicamos desde el resto de estilos. La presencia mayoritaria de unos estilos u otros en la persona se analiza desde dos enfoques principales:
- Ambiental, en el que predominaría el estilo que haya sido más premiado o menos castigado durante la adquisición del lenguaje en la infancia por su entorno social próximo.
- Centrado en la persona, donde el estilo predominante será la comunicación que más se observa y se aprende a poner en práctica en detrimento de otros estilos de los que no se tiene referentes de comunicación.
Estilo pasivo o inhibido
Las personas con un estilo pasivo se comunican desde una posición de inferioridad, tiene grandes dificultades para expresarse con sinceridad acerca de sus deseos, necesidades, opiniones o pensamientos; sin embargo, respetan y dan valor a los de los demás.
La comunicación verbal y no verbal transmiten de forma conjunta un mensaje al receptor. En el caso de la comunicación pasiva suele estar relacionado con el miedo al rechazo, con no parecer amenazante y con la necesidad de validación y aceptación externa.
Vulnerabilidad
La persona con un estilo de comunicación pasivo o inhibido es vulnerable frente a la comunicación agresiva y pasivo-agresiva. Estas personas pueden no ser capaces de reaccionar y así permitir situaciones y mensajes que violan sus derechos o que van en contra de la propia voluntad.
Se relaciona la comunicación pasiva con personas complacientes que o bien les cuesta decir que no y poner límites y/o actúan para agradar y ser queridos. Se hacen responsables de los demás y se atribuyen deberes y obligaciones que no les corresponden a modo de sacrificio por el otro.
Muchas personan sufren las consecuencias de comunicarse de forma pasiva, se sienten culpables tristes, frustradas y resentidas hacia los demás y consigo misma. La autoestima en estos casos tiende a disminuir, la persona se irrita a sí misma.
Comunicación y conducta
Este estilo de comunicación se denomina también inhibido porque en muchas situaciones inhibe la respuesta y eso es una conducta igual que lo es gritar.
Una conducta se inhibe con la intención de evitar un conflicto, por el miedo a herir a otros o quedarse solas, por baja confianza en sí mismas o por dudar de las propias capacidades a la hora de afrontar la situación.
Aunque no se recoge ningún trastorno específicamente ligado a un estilo comunicativo, si se han detectado fuertes correlaciones entre un bajo estilo asertivo y a la aparición de conductas desadaptativas y el mantenimiento de las mismas a largo plazo.
Esto puede derivar en baja autoestima, aparición de inseguridades y falta de confianza.
Entrenar la comunicación
Si entendemos la comunicación como una habilidad social asumimos que se puede entrenar para mejorar. Si queremos cambiar nuestro estilo comunicativo tendremos que poner esfuerzo y dedicación en dos direcciones:
- Aumentar nuestra comunicación y conductas asertivas.
- Disminuir y resignificar la comunicación y conductas que no lo sean.
Esta tarea que puede parecer sencilla en realidad no lo es. Supondría:
- tener conocimientos sobre qué conductas son apropiadas en determinadas situaciones y contextos y cuales no,
- ser capaces de identificar conductas adaptativas en los demás y ponerlas en práctica,
- valorar la eficacia de las propias conductas para mejorar, reforzarse y motivarse con los propios logros.
El ejemplo, la mejor herramienta de aprendizaje
Como madres, padres, abuelos, abuelas o personas a cargo de un/a menor, habitualmente con la intención de ayudar, apoyar y cubrir las necesidades de las criaturas, tendemos a decirles qué y cómo lo tienen que hacer y luego ponemos sobre ellas/os unas expectativas de mejora.
Este sería el caso si el problema de comunicación fuera con el entorno externo (Ej. Menores que sufren bullying o mantienen una relación que consideramos tóxica, etc.), pero si los fallos se dan en la comunicación con las y los cuidadores la responsabilidad sobre el cambio y la mejora es de ambas partes.
Dar ejemplo se convierte en la mejor herramienta de aprendizaje. Como ya sabemos, la comunicación es cosa de dos y si como persona adulta no puedo ser referente de comunicación efectiva tampoco puedo exigirla ni culpabilizar únicamente a una de las partes.
Comunicar de forma efectiva: Estilos comunicativos
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