¿Qué significa ser padre o madre helicóptero o quitanieves? Nuevo artículo de la serie sobre parentalidad positiva con Silvia Chamorro, psicóloga especializada en Intervención Social y Orientación Educativa.

En artículos anteriores, exponíamos las características y consecuencias de los estilos parentales más mencionados en la literatura científica.

Los tres propuestos por la psicóloga y filósofa Diana Baumrind -autoritario, democrático y permisivo-; y un cuarto, negligente, añadido en estudios de revisión posteriores.

Con el presente artículo, finalizamos el apartado de Estilos de Educación y Crianza, dentro de la serie sobre Parentalidad Positiva.

Hablamos de padres y madres sobreprotectores/as y las nuevas clasificaciones de parentalidad denominadas como helicóptero o quitanieves

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¿Qué significa ser padre o madre helicóptero o quitanieves?

Silvia Chamorro

Aunque proponemos la parentalidad helicóptero y la quitanieves como un fenómeno moderno, lo cierto es que la sobreprotección y el control excesivo en la crianza han estado presentes desde hace décadas en los estudios realizados.

El Doctor en Psicología Haim Ginnott, en 1969, recogió en su libro Between Parent and Teenager testimonios de adolescentes que consideraban que sus madres o padres estaban constantemente encima y preocupados/as, organizando y supervisando cada aspecto de su vida.

Uno de estos adolescentes uso la metáfora de un helicóptero para explicarse. Esta fue la primera vez que apareció la idea de padres/madres helicóptero. Sin embargo, no fue hasta hace algo más de una década que el concepto se popularizó debido al aumento de casos de sobreprotección en la crianza.

Al mismo tiempo que empezó a tomar relevancia la parentalidad helicóptero se acuñaron otros términos como el de parentalidad quitanieves o apisonadora, padres/madres agenda, mayordomo o guardaespaldas, etc.

El conjunto de toda esta terminología se ha empezado a denominar bajo un nombre común, hiperparentalidad.

Esta terminología hace referencia a las crianzas intensivas donde el hijo/a es el centro del núcleo familiar, se le presta excesiva atención, consintiéndole, anticipando sus deseos, justificando sus malas acciones y resolviendo sus problemas.  

Como sabemos, en una sociedad como la actual, que evoluciona constantemente, se producen cambios a muchos niveles y la parentalidad, por supuesto, es uno de ellos.

En el artículo previo sobre el afecto en la crianza, mencionábamos el aumento de le edad de concepción y el menor número de hijos/as por familia como datos significativos del cambio social de la parentalidad.

Pero no son los únicos. La edad más avanzada de los abuelos, el número de divorcios y de familias reconstituidas y un sinfín de condicionantes sociales, también son realidades a tener en cuenta:

  • acceso de menores a dispositivos tecnológicos,
  • aumento del número de casos de bullying y agresiones sexuales,
  • incremento de alergias, intolerancias y enfermedades raras en menores, etc.

Es normal preocuparse, cuando en el entorno percibimos amenazas, pero sobreproteger a nuestras criaturas en la infancia no les ayudará, sino que les convertirá en adultos/as desadaptados.

¿Qué significa ser padre o madre helicóptero o quitanieves?
Sobreproteger a nuestras criaturas en la infancia no les ayudará, sino que les convertirá en adultos/as desadaptados.

Salimos a pasear y a nuestro hijo/a se le pierde su muñeco de apego, es su favorito, el que abraza cada noche para quedarse dormido. Ya lo hemos buscado, pero no aparece por ningún sitio ¿Qué podemos hacer?

  1. Comprar otro igual y fingir que es el mismo para que no sufra.
  2. Decirle que use cualquiera de los muñecos que tiene e ignorar su malestar.
  3. Dejar espacio a la tristeza y reflexionar con él/ella sobre la importancia de cuidar las cosas que queremos en el futuro.

Este ejemplo, tan cotidiano, puede darnos muchas pistas sobre el tipo de parentalidad que ejercemos. Si has respondido:

  1. Por favor, sigue leyendo.
  2. Te recomiendo revisar el artículo exigencia y afecto forman parte de un estilo positivo de educación y crianza.
  3. ¡Enhorabuena! Sigue así.

Parentalidad helicóptero o quitanieves

La principal diferencia entre ambos es el grado de intervención. Mientras que los y las cuidadores/as del tipo helicóptero se dedican a supervisar y controlar minuciosamente cada aspecto de la vida de sus hijos/as, los padres y madres quitanieves actúan de forma preventiva.

La finalidad es la misma, la protección, pero ejercida de forma distinta. Pongamos un ejemplo: nuestro hijo/a va a salir de casa para ir a clase:

  • Helicóptero: ¿Preparaste la mochila? – Sí. – ¿Seguro que no se te olvida nada? ¿metiste la merienda? – Sí, la tengo. – ¿Y la chaqueta?, está haciendo frío. – Sí, me voy ya, hasta luego. – Vale, no llegues tarde que sabes que el/la tutor/a me lo dice. – Llegaré puntual, adiós.
  • Quitanieves: – Vamos cariño, coge la mochila que te la he dejado en la entrada junto a la chaqueta y date prisa que a estas horas hay mucho tráfico y no quiero que lleguemos tarde. – Vale, ya voy.
¿Qué significa ser padre o madre helicóptero o quitanieves?
Hablamos de padres y madres sobreprotectores/as y las nuevas clasificaciones de parentalidad denominadas como helicóptero o quitanieves

Ambos modelos parentales se caracterizan por la sobreprotección, quienes ejercen estos estilos de crianza son cuidadores/as afectuosos/as con buenas intenciones, pero que obtendrán pésimos resultados. Algunas características comunes son:

  • Necesidad de supervisión y control.
  • Poca o ninguna tolerancia al malestar y a la frustración de sus hijos/as.
  • Alta exigencia hacia las criaturas, ya que todo el esfuerzo lo hacen para que logre sus metas.
  • Se permite un grado muy bajo de libertad e intimidad.

Recordemos también que, como progenitores/as, somos modelos de conducta y referentes para nuestros hijos/as. Si mi modelo de educación y crianza se basa en la hipervigilancia y el temor, es muy probable que mi hijo/a reproduzca estos miedos en su adultez y desarrolle una personalidad ansiosa.

Estudios recientes muestran que, aunque es más frecuente la sobreprotección cuando la menor es una niña, las consecuencias son similares en ambos géneros, y pueden ser:

  • Escasa autonomía y resiliencia
  • Poca confianza en sí mismo/a y en sus habilidades
  • Dificultad para regulación emocional
  • Habilidades sociales deficientes
  • Problemas de comportamiento
  • Fracaso escolar o peor rendimiento académico
  • Tendencia a la ansiedad y a la depresión
  • Poca capacidad de resolución de conflictos retos o dificultades
  • Personalidad dependiente
  • Dificultad para la toma de decisiones
  • Poca capacidad para el afrontamiento de sus miedos
  • Excesiva autoexigencia
¿Qué significa ser padre o madre helicóptero o quitanieves?
Cometer errores es la forma más básica y fundamental de aprendizaje. Cuando evitamos que nuestras hijas e hijos se equivoquen les impedimos aprender.

¿Dónde ha quedado el ensayo – error?

Cometer errores es la forma más básica y fundamental de aprendizaje, la compartimos incluso con otras especies. Cuando evitamos que nuestras hijas e hijos se equivoquen les impedimos aprender.

Es cierto que es desagradable ver a nuestras criaturas sufrir, frustrarse, enfadarse o estar tristes. Sin embargo, aprender a gestionar esas emociones es lo que les permitirá en el futuro tomar mejores decisiones y superar situaciones de malestar que no estén bajo su control, porque las habrá.

Enfrentarse a retos y dificultades es la forma en la que nuestras criaturas aprenden la importancia del esfuerzo y la perseverancia.

Cuando buscan soluciones a los problemas fomentan la creatividad y si consiguen resolverlos obtienen sensación de superación personal, reforzando así su autoestima y su motivación por el aprendizaje autónomo.

Consejos: acompañar sin interferir

Actualmente, el ritmo de vida de muchas familias es frenético y, como personas adultas, nos resulta más sencillo actuar y resolver que tener la paciencia y la dedicación para acompañar a nuestras criaturas y que aprendan a hacerlo por ellas mismas.

Los ejemplos pueden ir desde atarle los cordones de las zapatillas en la infancia hasta buscarle un piso de alquiler en la adultez.

Debemos permitir que los niños y niñas se frustren, se enfaden y se entristezcan si queremos que desarrollen su inteligencia emocional y su resiliencia.

¿Qué significa ser padre o madre helicóptero o quitanieves?
Tenemos que encontrar un equilibrio entre la seguridad y la exploración si queremos educar para el bienestar.

Podemos apoyarles en las dificultades y animarles a superarlas, enseñarles que es mejor afrontar los problemas que evitarlos y cómo hacerlo.

Lo que no debemos hacer es resolverlos en su lugar, porque el aprendizaje que extraerán no será la forma de resolver el problema, sino más bien que necesitan de otras personas para resolver los problemas, o lo que es lo mismo, que no son capaces de resolverlos por sí mismos.

Es evidente que en este mundo hay riesgos y peligros y que como cuidadores/as queremos el bienestar de nuestros/as peques, pero tenemos que encontrar un equilibrio entre la seguridad y la exploración si queremos educar para el bienestar.

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