Conocer cada tipo de estrés es clave para abordarlo de manera efectiva. Segunda entrega de la nueva serie de artículos sobre el estrés.
Más información profesional de la mano de la Dra. Verónica Morín Apela, autora del libro ‘Vivir con Estrés‘, editado por Barker Books.
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Conocer cada tipo de estrés es clave para abordarlo de manera efectiva
Dra. Verónica Morín
El manejo del estrés puede resultar desafiante debido a la diversidad de tipos de estrés que existen y que influyen en la vida cotidiana de las personas: agudo, crónico, positivo, negativo.
Es fundamental entender cada uno de estos tipos de estrés para poder abordarlos de manera efectiva y adecuada.
Veamos sus diferencias y el impacto en la salud y el bienestar, así como las estrategias específicas para su manejo y control.
Estrés agudo
El estrés agudo es la forma de estrés más común. Surge de las exigencia y presiones del pasado reciente y las exigencias y presiones anticipadas del futuro cercano.
Este tipo de estrés es emocionante y cautivante en pequeñas cantidades, pero cuando es demasiado resulta agotador.
Dado que es a corto plazo, el estrés agudo carece del tiempo suficiente para causar los daños importantes asociados con el estrés a largo plazo. Los síntomas más comunes son una combinación de irritabilidad, ansiedad y depresión.
Se manifiesta con cansancio y síntomas tensionales, sobreexcitación, pies y manos fríos, sentimientos de tristeza o una ligera ansiedad. Problemas de la esfera digestiva, como acidez, flatulencia, diarrea, estreñimiento, así como dolor en la zona alta del abdomen
Sobreexcitación pasajera que deriva en elevación de la presión sanguínea, ritmo cardíaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, manos o pies fríos, dificultada para respirar, y hasta sensación de opresión en el pecho.
Estrés crónico
Aunque el estrés agudo puede generar emociones intensas y ser estimulante, el estrés crónico es una experiencia completamente distinta.
Se trata de un estado de estrés prolongado y agotados que afecta a las personas día a día, mes tras mes y año tras año. Es un tipo de estrés abrumador que produce un desgaste constante tanto físico como emocional en aquellos que lo experimentan.
El estrés crónico debilita gradualmente el cuerpo y la mente, dañando a largo plazo. Se origina cuando una persona se encuentra atrapada en una situación en la que parece no haber una salida.
Es el resultado de demandas y presiones implacables que se prolongan durante periodos que parecen eternos o interminables.
Una característica preocupante del estrés crónico es que las personas pueden acostumbrarse a él, llegando a olvidar que conviven con este nivel de estrés constante. Como resultado pueden subestimar el impacto negativo en su bienestar físico y emocional.
En muchos casos, abordar el estrés crónico puede requerir la intervención médica y, en algunos casos, el tratamiento farmacológico para proporcionar alivio y promover la recuperación.
Estrés positivo (Eustrés) y estrés negativo (distrés)
También se puede clasificar el estrés en positivo y negativo. En 1956, H. Selye establece la distinción entre el estrés negativo, técnicamente llamado distrés y el positivo eutrés.
El estrés negativo o distrés puede surgir cuando una persona se siente abrumada, incapaz de hacer frente a una situación o bajo una presión excesiva, lo que puede dar lugar a sentimientos de ansiedad, frustración y agotamiento.
Por otro lado, el estrés positivo o eutrés puede ser un impulso motivador que ayuda a las personas a desempeñarse mejor en situaciones desafiantes, estimulando la creatividad, la productividad y el crecimiento personal.
Una misma situación puede percibirse de forma muy diferente según la persona, debido a factores como personalidad, experiencia previa y capacidad de afrontamiento. Estos determinan si un evento se interpreta como un desafío positivo (eustrés) o como una amenaza negativa (distrés).
Eustrés (estrés positivo)
- Ejemplo: alguien que disfruta los retos puede ver la oportunidad de presentar un proyecto importante como una vía para superarse y crecer profesionalmente.
- Resultado: puede aumentar la motivación, la energía y mejorar el rendimiento.
Distrés (estrés negativo)
- Ejemplo: otra persona puede ver la misma presentación como una fuente de presión abrumadora, temiendo el fracaso o el juicio negativo.
- Resultado: puede generar ansiedad, disminuir la concentración y afectar el rendimiento.
La percepción del estrés depende en gran medida de los recursos internos de la persona, como la autoconfianza, el apoyo social y la percepción de control sobre la situación.
Fomentar estrategias de afrontamiento positivas puede ayudar a reinterpretar situaciones estresantes y transformar el estrés negativo en positivo.
Aprendizaje, adaptabilidad y habilidades de afrontamiento
Aunque el estrés negativo puede ser perjudicial para la salud si se vuelve crónico, el estrés positivo, al ser manejado de manera adecuada, puede resultar beneficioso al fomentar el aprendizaje, la adaptabilidad y el desarrollo de habilidades de afrontamiento.
Reconocer la diferencia entre ambos tipos de estrés y saber gestionarlos de forma efectiva es fundamental para mantener un equilibrio emocional y promover el bienestar en la vida cotidiana.
Situaciones controlables, predecibles y deseables
El estrés positivo o eustrés se refiere a aquellas situaciones que son controlables, predecibles e incluso deseables por la persona.
En lugar de ser perjudicial, el eustrés es aquel que nos impulsa, nos motiva y es necesario para afrontar los desafíos diarios.
Impacto negativo en el bienestar físico, emociona y mental
El estrés negativo o distrés se refiere a una forma de estrés que tiene un impacto negativo en el bienestar físico, emocional y mental de una persona.
A diferencia del estrés positivo, que puede ser estimulante y motivador, el distrés es una respuesta desadaptativa y abrumadora a situaciones estresantes.
Dra. Verónica Morín
Verónica Morin se graduó como doctora en Medicina en la Universidad de la República de Uruguay y posee dos maestrías por la Universidad de Montevideo: Dirección de Empresas y Medicina Familiar y Comunitaria.
También es especialista en Medicina Laboral por la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina.
Ha completado programas de especialización, incluyendo un posgrado en Dirección Estratégica de Recursos Humanos. Veronica Morín es especialista en Coaching Universitario con una doble titulación Europea y Americana.
Premio al Líder en Investigación y Ciencias de la Salud en Beneficio de la Humanidad
La Dra. Morin es perito de la Suprema Corte de Justicia en el ámbito de la salud, directora técnica de la Clínica del Estrés, y referente en Salud Laboral para varias empresas.
También ha sido docente, coordinadora y miembro de claustro tanto de la Universidad de la República , como en la Universidad de Montevideo. Colabora con diversos medios de comunicación, entre ellos realiza contenidos de salud para una emisora radiofónica.
Es conferencista internacional y coach, acumulando más de 15.000 horas de experiencia asesorando a profesionales de diversos sectores. Recientemente, fue reconocida con el Premio al Líder en Investigación y Ciencias de la Salud en Beneficio de la Humanidad.
Puedes seguir a la Dra. Verónica Morín en La clínica del estrés y en sus redes sociales:
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