¡Tus ojos también necesitan un buen descanso! Continuamos aportando información profesional sobre el sentido de la vista.

Y lo hacemos con una nueva serie de artículos de Silvia Edo, Óptica Optometrista en EDO ÒPTICS.

Silvia está especializada en visión infantil, en diagnóstico y tratamiento de las anomalías binoculares, terapia visual y problemas de aprendizaje. Es Psicomotricista y Practicant Tomatis® Nivel 2.

Te lo contamos en pereznoesraton.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre salud, salud visual y bienestar.



¡Tus ojos también necesitan un buen descanso!

Silvia Edo, Óptica Optometrista

El descanso es esencial para la recuperación física y mental de nuestro cuerpo. Aunque durante el día podemos tomar breves pausas, el descanso más crucial ocurre durante el sueño, especialmente en la noche.

Durante este tiempo, nuestro cuerpo y mente se regeneran, asimismo nuestros ojos refuerzan la producción de lágrimas, disminuyen el riesgo de enfermedades oculares y reducen la fatiga ocular, preparándolos para enfrentar un nuevo día con energía y claridad.

Sin embargo, mientras el cuerpo descansa, el cerebro permanece activo, controlando funciones vitales como la respiración, la digestión, etc.

Al fin y al cabo, durante el sueño, se producen los ajustes necesarios tanto en el cuerpo como en el cerebro asegurándose que, al despertar, el organismo funcione de manera óptima.

Silvia Edo, Óptica Optometrista en EDO ÒPTICS, nos explica que los ojos también necesitan descanso y tiempo de recuperación.

Al igual que el resto del cuerpo, los ojos también necesitan tiempo para recuperarse del esfuerzo diario y esto se consigue en las diferentes etapas del sueño.

En la primera, las funciones como los latidos del corazón, la respiración y los movimientos oculares comienzan a ralentizarse a medida que los músculos se relajan.

En la segunda etapa, los movimientos oculares se detienen y las ondas cerebrales se vuelven más lentas, preparando al cuerpo para entrar en las etapas tercera y cuarta, donde se experimenta el sueño profundo.

Finalmente, después del sueño profundo, llega la fase del sueño REM, en la cual los ojos se mueven rápidamente de un lado a otro, la respiración se vuelve más rápida e irregular y la frecuencia cardíaca aumenta.

Durante la fase REM (Movimiento Rápido de los Ojos), siempre que los ojos estén cerrados, la lágrima  se distribuye de forma uniforme sobre la superficie ocular, manteniendo la hidratación y oxigenación de los ojos.

La producción de lágrimas está estrechamente vinculada con los ciclos de sueño, facilitando la lubricación, limpieza y la protección de los ojos, eliminando residuos y bacterias.

Cuando el sueño es interrumpido o insuficiente, la producción de lágrimas se ve comprometida, lo que incrementa la sequedad ocular al despertar. Este problema es particularmente preocupante para quienes ya padecen de sequedad ocular, ya que la falta de sueño puede intensificar la condición y los síntomas asociados.

Al igual que el resto del cuerpo, los ojos también necesitan tiempo para recuperarse del esfuerzo diario y esto se consigue en las diferentes etapas del sueño.

Fatiga ocular y privación del sueño

La fatiga ocular es una queja común, especialmente entre quienes pasan largas horas frente a pantallas.

Por un lado, la falta de sueño o el dormir pocas horas, agrava esta fatiga, ya que los ojos no tienen el tiempo necesario para descansar y regenerarse adecuadamente durante la noche.

Sin el descanso necesario, los músculos oculares no se relajan y permanecen tensos, aumentando la sensación de cansancio y molestias oculares y dificultando tener la visión nítida.

Por otro lado, en la retina, se encuentran las células foto receptoras llamadas bastones y conos. Cada ojo tiene, aproximadamente 130 millones de bastones situados en la retina periférica, y su función es la detección de movimiento y la visión nocturna.

El ciclo visual en los bastones depende de la rodopsina, un pigmento que se descompone, durante el día, por la acción de la luz, de manera que transmite las señales visuales al cerebro.

La rodopsina al regenerarse con la oscuridad, facilita a los bastones el aporte de vitamínico necesario para evitar la “ceguera nocturna” que se produce por deficiencia prolongada de vitamina A.

El descanso también ralentiza  los procesos degenerativos en la retina, disminuyendo el riesgo de degeneración macular, tensión ocular, etc. especialmente en personas mayores.



5 consejos para mejorar el sueño y proteger la salud ocular

Intentar ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días puede mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud ocular.

La luz azul emitida por teléfonos, tabletas y ordenadores puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

Asegúrate de que tu dormitorio sea un lugar oscuro, tranquilo y fresco. Usar antifaz para dormir o cortinas opacas puede ayudar a evitar la sequedad y facilitar el descanso.



Realizar ejercicios de relajación visual o cerrar los ojos y meditar por unos minutos antes de acostarse puede ayudar a relajar los músculos.

Beber suficiente agua durante el día, pero evitar grandes cantidades justo antes de dormir, puede ayudar a mantener una buena hidratación de los ojos y del cuerpo en general.

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