
¿Te apuntas a la moda genial de la bicicleta compartida? Hablamos de la bicicleta como infraestructura esencial de movilidad urbana. Y al mismo nivel que el autobús, el metro o el tranvía.
Así lo destaca el informe elaborado por Rud Pedersen España con las conclusiones de dos mesas de trabajo con administraciones públicas, operadores, expertos y asociaciones sectoriales como AMBE.
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¿Te apuntas a la moda genial de la bicicleta compartida?
‘Bicicleta Pública, Retos y Oportunidades de la movilidad activa en España‘ destaca que la bicicleta pública debe ser reconocida como infraestructura esencial de movilidad, al mismo nivel que el autobús, el metro o el tranvía.
«La bicicleta pública es parte esencial de los sistemas de transporte de nuestros pueblos y ciudades, y así ha de ser reconocida por parte de las instituciones», afirma Jesús Freire, secretario general de AMBE.
«Para desplegar todo su potencial, una financiación estable y su consideración como infraestructura pública esencial son clave…
… Valoramos mucho que la recién aprobada Ley de Movilidad Sostenible incluya a la bicicleta como medio de transporte, pero no es suficiente, tenemos que seguir trabajando mucho aún en este sentido».
Programas de financiación limitados
Desde 2020, el número de usuarios de sistemas de bicicleta pública en España ha crecido un 57%. Ciudades como Málaga, Córdoba, Ourense o Manresa están a punto de sumarse a esta tendencia.
Sin embargo, la implantación del servicio sigue siendo desigual y depende en muchos casos de decisiones políticas locales o de programas de financiación limitados.
Líneas estratégicas para consolidar la bicicleta pública
- Reconocerla como infraestructura esencial, integrándola en las políticas de movilidad y urbanismo.
- Innovar en la gobernanza y contratación pública, promoviendo licitaciones más flexibles y la creación de un Observatorio Nacional de Bicicleta Pública.
- Asegurar la sostenibilidad económica, con financiación estable y mecanismos de incentivos.
- Garantizar la equidad territorial y social, priorizando nodos intermodales y barrios vulnerables.
- Fomentar la integración intermodal y la cultura ciclista, con plataformas digitales compartidas, tarifas integradas y entornos seguros.
«Es fundamental que administraciones públicas, operadores y expertos dialoguen antes de la licitación, para que el servicio final se construya sobre datos y conocimiento compartido, garantizando eficiencia y calidad», explica Natalia Merino, directora de Movilidad y Turismo de Rud Pedersen España.
Inversión rentable y servicio que genera valor económico y social
Más allá de su impacto en la movilidad, la bicicleta pública es también una inversión rentable para las ciudades.
Un reciente estudio encargado por EIT Urban Mobility y Cycling Industries Europe (CIE), elaborado por EY, calcula que el uso compartido de bicicletas genera 305 millones de euros en beneficios anuales en Europa.
Beneficio de las bicicletas compartidas
Según este informe, las bicicletas compartidas contribuyen cada año a evitar 46.000 toneladas de CO₂, 200 toneladas de contaminantes atmosféricos y 1.000 enfermedades crónicas, lo que supone un ahorro de 40 millones de euros en asistencia sanitaria.
Además, reducen la congestión urbana en 760.000 horas de productividad, valoradas en 30 millones de euros, y sostienen 6.000 empleos equivalentes a tiempo completo.
«Por cada euro invertido en sistemas de bicicletas de uso compartido, se recuperan al menos 1,10 euros», señala Yannick Cabrol, directora de EY. «Esto demuestra que invertir en movilidad activa genera retornos económicos medibles tanto para las ciudades como para sus ciudadanos.»
Una oportunidad para España
Países como Francia, Alemania o los Países Bajos ya han avanzado en esta dirección, estableciendo marcos normativos claros, estándares nacionales y financiación coordinada. España, por su parte, tiene ahora la oportunidad de dar un salto cualitativo si apuesta por una visión estratégica a largo plazo.
«El potencial de la bicicleta pública no es solo ambiental o social, también económico», resume Jesús Freire. «Estamos ante una oportunidad histórica para reconocer la bicicleta pública como un servicio esencial de movilidad que aporta eficiencia, equidad y bienestar.»

Bicicleta pública, pieza clave del transporte urbano del siglo XXI
El despliegue de sistemas de bicicleta pública está generando un ecosistema industrial y tecnológico en plena expansión.
Fabricantes, operadores, empresas de software y proveedores de energía están encontrando nuevas oportunidades de negocio vinculadas a la movilidad compartida y eléctrica.
Hacia un modelo más digital, sostenible y competitivo
Este crecimiento refuerza la cadena de valor del sector ciclista español, que avanza hacia un modelo más digital, sostenible y competitivo.
La colaboración público-privada será clave para mantener este impulso y aprovechar el momento de transformación que vive la movilidad urbana.
Con planificación estratégica, colaboración institucional y estabilidad financiera, la bicicleta pública puede consolidarse como una pieza clave del transporte urbano del siglo XXI: sostenible, saludable y rentable para todos.
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