Así es el tratamiento de recuperación tras una artroscopia de rodilla. ¿Qué favorece la recuperación y qué es mejor evitar tras esta cirugía?
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Así es el tratamiento de recuperación tras una artroscopia de rodilla
Para lograr la recuperación completa de la articulación de la rodilla tras la realización de una artroscopia los especialistas del servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Bizkaia explican qué favorece la recuperación y qué es mejor evitar tras esta cirugía.
«Como recomendación general conviene que el paciente guarde reposo relativo, limite la carga de peso y se ayude de dos muletas al caminar. Durante un par de días la rodilla estará vendada y posteriormente podrá sustituir el vendaje por una media de compresión suave que llevará durante el día», señala el doctor José Salcedo.
Tras la ducha secar la herida, antiséptico y apósito
Muchos pacientes plantean preguntas sobre mojar la herida y las clásicas dudas entre usar frío o calor para la articulación.
Desde el hospital del Grupo Quirónsalud aclaran que «respecto a la ducha, la clave es secar posteriormente la herida, aplicar un antiséptico (yodo, clorhexidina, etc.) y tapar con apósito o tirita».
Frío en la zona tras ejercicios de recuperación
Los especialistas recomiendan aplicar frío en la zona tras la realización de ejercicios de recuperación, que pueden ser. Ejercicios de rodilla, 10 repeticiones 3 veces al día:
- Levantar la pierna estirada hasta un palmo del suelo y mantener 5 segundos.
- Doblar la pierna todo lo que le permitan las molestias, salvo que se le haya realizado una sutura meniscal en cuyo caso solo doblará hasta formar un ángulo recto con la rodilla.
- Apretar la parte de atrás de la rodilla contra el suelo a la vez que flexiona el tobillo todo lo posible durante 5 segundos
Heparina para evitar trombos
En lo que respecta a la medicación, el doctor Salcedo apunta que «pautamos heparina diaria durante 10 días para evitar la formación de trombos en las piernas, salvo en los menores de 15 años, y lo habitual es que los antibióticos no sean necesarios porque se trata de una cirugía limpia».
La retirada de puntos o grapas «suele ser a los 10-14 días tras la cirugía; tras esto el paciente puede progresivamente retirar una de las muletas y la media de compresión si la pierna no se inflama» indica el jefe de servicio.
Rehabilitación y actividad deportiva
Desde el servicio de Traumatología señalan que «normalmente no es necesario hacer rehabilitación, pero si la evolución es lenta podemos recurrir a ella». Además, las pautas para retomar la actividad deportiva son:
- Durante un mes podrá hacer ejercicio cíclico suave (caminar, bicicleta, natación, etc.).
- A partir del mes y medio, si se encuentra bien, puede incrementar el esfuerzo, trotar suave, y si se le realizó una sutura meniscal aumentar la flexión.
- Evitar los ejercicios que impliquen contacto (futbol, baloncesto…) y pivote sobre la pierna operada (tenis, trail, etc.) hasta cumplir 3 meses de la cirugía.
Líquido en la rodilla y dolor residual
Pese a que se trata de una cirugía muy segura y con buenos resultados generalmente, siempre hay posibles riesgos asociados.
Los «más frecuentes son la producción excesiva de líquido en la rodilla (derrame) y los dolores residuales por la propia lesión meniscal u otras lesiones asociadas (principalmente lesiones del cartílago), y nuevas roturas del resto del menisco que no se haya extirpado» apunta el doctor Salcedo.
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