¡Consejos del traumatólogo para prevenir lesiones de menisco! Por el doctor Ghassan Elgeadi Saleh, Jefe de Servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud San José y del Hospital Quirónsalud Valle del Henares.

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¡Consejos del traumatólogo para prevenir lesiones de menisco!

Doctor Ghassan Elgeadi Saleh

Los meniscos son estructuras esenciales para el buen funcionamiento de las rodillas. Mantener las articulaciones en óptimas condiciones es clave para evitar lesiones en los meniscos, que pueden ser altamente incapacitantes.

Los meniscos son fibrocartílagos ubicados en la rodilla, entre el fémur y la tibia, que rellenan los espacios entre las articulaciones.

Compuestos por agua, colágeno y elastina, su textura flexible y gelatinosa les permite funcionar como amortiguadores que absorben impactos y proporcionan estabilidad a la articulación.

Doctor Ghassan Elgeadi Saleh

Existen dos meniscos en cada rodilla. El menisco interno o medial se encuentra en la parte central de la rodilla y se divide en dos secciones llamadas cuernos: uno anterior, que se conecta a la tibia por delante del ligamento cruzado anterior, y uno posterior, que se une frente al ligamento cruzado posterior.

El menisco externo o lateral, en contraste, es más pequeño y tiene mayor movilidad debido a que no está unido directamente a los ligamentos de la rodilla, lo que le confiere una mayor capacidad de movimiento.

Los meniscos desempeñan un papel crucial en la movilidad de la rodilla, facilitando movimientos básicos como la flexión y la extensión, así como otros más complejos.

Su principal función es mejorar la congruencia articular, es decir, asegurar que la tibia y el fémur encajen correctamente para evitar roces entre los huesos, lo cual puede causar dolor y derivar en artrosis si no se maneja adecuadamente.

Los meniscos acompañan a la tibia en todos los movimientos de la rodilla. Durante la extensión, se desplazan hacia adelante, mientras que, en la flexión se mueven hacia atrás.

Además, en las rotaciones, los meniscos siguen el movimiento de los cóndilos femorales: en la rotación interna, el menisco externo se desplaza hacia atrás y el interno hacia adelante; en la rotación externa, ocurre lo contrario.

Las cirugías de menisco, normalmente realizadas por artroscopia, pueden ser parciales o totales. Y en algunos casos se prefiere suturar el menisco en lugar de extirparlo para reducir el riesgo de desarrollar artrosis.

Las lesiones en los meniscos, o meniscopatías, pueden clasificarse en tres tipos según su causa:

  1. Lesiones degenerativas: Son resultado del desgaste y deshidratación de los meniscos con el tiempo, comunes en personas mayores. En estos casos, el menisco puede romperse incluso sin realizar movimientos bruscos.
  2. Lesiones traumáticas: Ocurren por movimientos bruscos o traumatismos directos en la rodilla.
  3. Lesiones mecánicas: Relacionadas con deformidades o anomalías en la rodilla, como una rotación excesiva o hiperextensión.

Estas lesiones suelen manifestarse con dolor, que inicialmente aparece tras la actividad física, y puede ir acompañado de rigidez o inmovilidad en la rodilla.

Rotura de menisco

La rotura del menisco es la lesión más frecuente y afecta tanto a deportistas como a personas mayores. En jóvenes, generalmente ocurre por un traumatismo que desgarra el cartílago.

En personas más adultas suele estar asociada a la artritis, que desgasta el cartílago sin necesidad de movimientos bruscos.

El tratamiento inicial suele incluir reposo para reducir la inflamación. Si el dolor persiste, se puede optar por cirugía o tratamientos regenerativos con células madre para evitar la intervención quirúrgica.

Las cirugías de menisco, normalmente realizadas por artroscopia, pueden ser parciales o totales. Y en algunos casos, se prefiere suturar el menisco en lugar de extirparlo para reducir el riesgo de desarrollar artrosis. Posteriormente, la rehabilitación es fundamental para una recuperación completa.



Consejos para prevenir lesiones en los meniscos

Aunque no siempre se pueden evitar las lesiones meniscales, seguir ciertas recomendaciones puede reducir su riesgo.

Es fundamental fortalecer la musculatura de las piernas para disminuir la presión sobre los meniscos y evitar deportes de alto impacto o posiciones forzadas de la rodilla.

Mantener un peso corporal saludable también es clave, ya que el sobrepeso aumenta la presión sobre las rodillas.

Cuidar la salud de las rodillas es esencial para mantener una vida activa y evitar lesiones que puedan afectar significativamente la calidad de vida.

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