
Diez cuestiones para responder antes de practicar deporte. Quizás tu pasión es el fútbol americano pero, ¿es el deporte que puedes practicar?
Te lo contamos en conSdesport.com, portal profesional exclusivo de iPDGrupo.com con información para decidir sobre deporte y salud.
Diez cuestiones para responder antes de practicar deporte
Practicar un deporte puede aportar innumerables beneficios: mejorar la condición física, potenciar el bienestar mental, facilitar la socialización, etc.
Sin embargo, antes de arrancar, es esencial plantearnos una serie de cuestiones que nos preparen para una práctica segura, efectiva y sostenible.
¿Cuál es mi motivación real para empezar este deporte?
Primero, es importante preguntarse por qué queremos practicar ese deporte. ¿Es por salud, por diversión, por reto personal, por socializar?
Saber la motivación nos ayuda a elegir la actividad adecuada y a mantenerla en el tiempo. Además, si la motivación es débil o externa (por presión ajena), puede ser más difícil sostener el compromiso.
Algunas publicaciones especializadas mencionan que, al empezar una actividad física, hay que «identificar por qué tu salud es importante para ti» y «qué barreras tienes». Por tanto, reflexionar sobre la motivación evita que empecemos por impulso y abandonemos pronto.

¿Estoy físicamente preparado/a para esta práctica?
Asimismo, conviene examinar nuestra condición física actual: ¿he estado inactivo mucho tiempo? ¿Tengo lesiones previas? ¿Problemas de salud? Una evaluación previa permite anticipar riesgos.
Por ejemplo, los chequeos previos a la práctica deportiva sirven para revisar antecedentes personales y familiares y detectar condiciones que podrían poner en riesgo la salud.
Del mismo modo, muchas lesiones se deben a condiciones físicas no adecuadas, al equipo incorrecto o al entorno no seguro.
Sí, preguntarnos si estamos preparados para el deporte nos puede ahorrar contratiempos, dolores o problemas de salud.
¿He elegido el deporte correcto para mí?
No todos los deportes son iguales ni para todos los niveles. Por ello conviene plantearse: ¿este deporte se ajusta a mi nivel actual, a mi disponibilidad, a mi interés?
¿La intensidad que exige es acorde a mi condición? ¿El tipo de práctica (individual, en equipo, al aire libre, bajo techo) encaja con mi estilo de vida?
En ese sentido, si no has hecho ejercicio o estás inactivo, conviene empezar con suavidad y progresar gradualmente. Por lo tanto, elegir bien evita frustraciones, sobrecargas o abandono precoz.

¿Tengo claro mis objetivos y son realistas?
Aunque la motivación es imprescindible, también lo es concretar qué quiero lograr con la práctica deportiva: mejorar resistencia, perder peso, disfrutar, socializar, competir… y fijar plazos/medidas.
Asimismo, los objetivos deben ser alcanzables según tu condición y progresión: por ejemplo, iniciar tres veces por semana, mejorar técnica, etc. Un objetivo poco realista puede desmotivar.
Por tanto, esta es una cuestión clave: sin objetivos claros, es probable que la práctica quede dispersa.
¿Conozco los posibles riesgos y estoy dispuesto a asumirlos?
Todo deporte implica ciertos riesgos (lesiones, sobrecargas, caídas, etc.). Por eso es importante informarse sobre ellos y considerar si podemos asumirlos y mitigarlos.
Una parte de las lesiones viene de mala mecánica de movimiento. Conviene estar informado antes de implicarse en una actividad atlética.
Por lo tanto, este es un tema que no conviene ignorar: asumir riesgos es parte del compromiso, pero mitigarlos es responsabilidad nuestra.

¿Dispongo del equipamiento, entorno y acompañamiento adecuados?
Además de la persona, el entorno importa: buen calzado, ropa adecuada, instalaciones seguras, entrenador o guía (si procede).
Pregúntate: ¿Tengo el equipo adecuado? ¿El lugar es seguro? ¿El horario accesible? ¿Si es un deporte guiado, el entrenador tiene experiencia?
El entorno debe estar libre de obstáculos, con buena iluminación, y el equipo debe ajustarse correctamente. Aunque a veces lo veamos como secundario, este elemento influye muchísimo en la continuidad y la seguridad.
¿Estoy preparado mental y emocionalmente para comprometerme?
Practicar un deporte no solo exige al cuerpo sino también constancia, disciplina, aceptación de fases difíciles, posibilidad de frustración (por ejemplo al no progresar tan rápido como quisiéramos).
Por ello es importante preguntarse: ¿Tengo ganas de comprometerme? ¿Estoy preparado para la rutina, para posibles decepciones, para adaptarme?
El bienestar mental es un factor clave antes de inscribirse en deportes. Este aspecto es esencial: la parte mental puede hacer la diferencia entre avanzar o abandonar.

¿Tengo plan de progresión: calentamiento, técnica, recuperación?
Una vez que estamos listos para empezar, conviene tener claro cómo lo vamos a hacer: un buen calentamiento, técnica correcta, progresión gradual, periodos de descanso, recuperación.
Pregúntate: ¿Tengo un plan? ¿Sé cómo empezar? ¿Cómo voy a progresar?
El calentamiento es importante, así como empezar gradualmente si estás inactivo, y tener cuidado con la progresión. Un buen plan reduce el riesgo de lesión y mejora la continuidad.
¿Estoy dispuesto a cuidar mi alimentación, hidratación, descanso y salud general?
Practicar deporte va de la mano con otros hábitos: alimentación adecuada, hidratación, sueño, recuperación, evitar excesos.
Pregúntate: ¿Estoy preparado para cuidar esos aspectos? ¿Mi vida me lo permite? Es muy importante cuidar la hidratación, la higiene, la aclimatación al calor, etc.
En resumen: sin cuidar estos factores, la práctica deportiva puede no aportar lo que esperamos o incluso repercutir negativamente.

¿Cuánto tiempo y recursos estoy dispuesto a invertir y cómo lo encaja en mi vida?
Finalmente, es clave preguntarse: ¿Cuánto tiempo puedo dedicar a lo largo de la semana? ¿Cuántos días? ¿Voy a necesitar desplazamientos, equipamiento, coste? ¿Puede esto encajar con mi trabajo, familia, estudios?
Esta realidad logística y económica a veces se pasa por alto, pero es vital para la continuidad. Porque si la logística es demasiado pesada, la motivación puede decaer.
Reflexionar sobre este punto nos puede llevar a replantearnos el deporte elegido o ajustar expectativas.
Deporte como experiencia gratificantes y sostenible
Antes de lanzarse a practicar un deporte conviene hacerse estas diez preguntas. Cada una aporta claridad, reduce riesgos, y aumenta la probabilidad de que la experiencia sea gratificante y sostenible.
En resumen: motivo, preparación física, ajuste del deporte, objetivos, conocimiento de riesgos, equipamiento/entorno, preparación mental, plan de progresión, hábitos de salud, logística y recursos.
La entrada Diez cuestiones para responder antes de practicar deporte se publicó primero en Con S de Sport.



