¿Por qué es importante la actividad física en la tercera edad? A medida que envejecemos, es común que la actividad física disminuya debido a diversos factores: jubilación, problemas de salud o la percepción errónea de que el deporte es innecesario y con riesgos.

Sin embargo, la ciencia ha demostrado que mantenerse activo en la tercera edad no solo es seguro, sino que es esencial para la salud física y mental.

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¿Por qué es importante la actividad física en la tercera edad?

¿Por qué la actividad física es fundamental para los adultos mayores y cómo mejora su calidad de vida de manera significativa?

El ejercicio regular, como caminar, nadar o andar en bicicleta, ayuda a fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea.

Esto, a su vez, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de muerte en personas mayores de 65 años.

Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association encontró que los adultos mayores que participan en actividades físicas moderadas tienen un 31% menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas comparado con aquellos que son sedentarios1.

La actividad física ayuda a controlar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la artritis.

Un régimen de ejercicio regular puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, reducir la presión arterial y aliviar los síntomas del dolor articular.

Según la American Diabetes Association, la actividad física es uno de los pilares para el manejo de la diabetes, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a mantener un peso saludable.

¿Por qué es importante la actividad física en la tercera edad?
Actividades como el yoga, el tai chi y los ejercicios de equilibrio son esenciales para mejorar la estabilidad y la coordinación en los adultos mayores.

Con la edad, la masa muscular y la densidad ósea tienden a disminuir, lo que puede llevar a problemas de movilidad y aumentar el riesgo de caídas y fracturas.

El entrenamiento de resistencia y los ejercicios de peso corporal, como las sentadillas y los levantamientos de pesas ligeras, pueden ayudar a revertir esta pérdida muscular y ósea.

La National Osteoporosis Foundation afirma que el ejercicio regular es una de las mejores maneras de proteger los huesos y prevenir la osteoporosis.

Actividades como el yoga, el tai chi y los ejercicios de equilibrio son esenciales para mejorar la estabilidad y la coordinación en los adultos mayores.

Estos ejercicios no solo ayudan a prevenir caídas, sino que también pueden mejorar la confianza en uno mismo y la independencia.

Un artículo publicado en el Journal of Geriatric Physical Therapy destaca que la práctica regular de tai chi puede reducir las caídas en adultos mayores hasta en un 45%.

Beneficios para la salud mental de la actividad física

Varios estudios han mostrado que el ejercicio regular puede retrasar el inicio y la progresión de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

La actividad física mejora la circulación sanguínea al cerebro y promueve la neuroplasticidad, lo que favorece la creación de nuevas conexiones neuronales.

Según un estudio publicado en The Lancet Neurology, la actividad física regular puede reducir el riesgo de Alzheimer en un 35%.

El ejercicio físico libera endorfinas, también conocidas como las hormonas de la felicidad, que ayudan a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión.

Además, la actividad física puede servir como una forma de meditación en movimiento, proporcionando una vía para liberar tensiones y mejorar el estado de ánimo general.

La American Psychological Association señala que incluso el ejercicio ligero puede tener efectos positivos significativos en la salud mental.

¿Por qué es importante la actividad física en la tercera edad?
La actividad física en la tercera edad es una herramienta fundamental para mantener la salud física y mental.

Mantenerse activo físicamente no solo ayuda a preservar la memoria y las habilidades de pensamiento, sino que también puede mejorar las funciones cognitivas.

Un estudio realizado por la Mayo Clinic encontró que los adultos mayores que participan regularmente en actividad física tienen una mejor capacidad de atención y velocidad de procesamiento mental.

Participar en actividades físicas grupales, como clases de baile, grupos de caminata o clubes de natación, ofrece oportunidades para socializar y construir redes de apoyo social.

La conexión social es un factor importante para prevenir la soledad y el aislamiento, que son comunes en la tercera edad y están asociados con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y depresión.



El deporte es una inversión en salud a cualquier edad

La actividad física en la tercera edad es una herramienta fundamental para mantener la salud física y mental. No solo ayuda a prevenir y gestionar enfermedades crónicas, sino que también mejora la función cognitiva, el estado de ánimo y la calidad de vida en general.

Es fundamental que los adultos mayores y sus cuidadores reconozcan la importancia de mantenerse activos y busquen formas seguras y efectivas de integrar la actividad física en su rutina diaria.

Ya sea a través de caminatas diarias, clases de ejercicio, o actividades recreativas, el ejercicio es una inversión en la salud y el bienestar que vale la pena hacer a cualquier edad.

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