¿Te atreves con el reto del deporte en 2025? El reto del deporte y la actividad física en 2025 será multidimensional. A medida que las sociedades evolucionen, también lo harán las necesidades y expectativas de los individuos en cuanto al ejercicio físico.
La clave está en abordar de manera efectiva los desafíos del sedentarismo, la tecnología, la inclusión, la sostenibilidad y la innovación deportiva.
Solo mediante una colaboración entre instituciones públicas, organizaciones deportivas, empresas y a sociedad civil será posible crear un entorno en el que el deporte y la actividad física no solo sean accesibles, sino un pilar fundamental para la salud y el bienestar.
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¿Te atreves con el reto del deporte en 2025?
En 2025, el mundo del deporte y la actividad física se enfrentará a una serie de desafíos significativos debido a la evolución de las sociedades, el avance tecnológico y las preocupaciones globales sobre la salud y el bienestar.
El aumento de enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida sedentario, la transformación digital y la creciente demanda de accesibilidad en las infraestructuras deportivas marcarán el panorama del ejercicio físico en este periodo.
En este artículo, exploramos los retos clave que el deporte y la actividad física enfrentarán en 2025, las soluciones emergentes y las perspectivas de futuro.
Sedentarismo y consecuencias para la salud
Uno de los retos más graves que se prevé en 2025 es la persistencia del sedentarismo, una tendencia que se ha incrementado durante las últimas décadas debido a la urbanización, el uso intensivo de tecnología y la falta de tiempo.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2021, casi el 30% de la población mundial no cumplía con las recomendaciones mínimas de actividad física.
Esta cifra podría haber aumentado en los últimos años debido a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia de COVID-19, con aumento del teletrabajo y las restricciones sociales.
Enfermedades crónicas, cardiovasculares y depresión
El sedentarismo está vinculado a una serie de enfermedades crónicas, como obesidad, ldiabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, y depresión.
En 2025, estas patologías se presentarán como uno de los mayores retos para los sistemas de salud pública a nivel mundial, debido a los costos sociales y económicos que conllevan.
Según un informe de la OMS, se prevé que las enfermedades no transmisibles (ENT) causen el 70% de las muertes en 2030, la mayoría relacionadas con el estilo de vida sedentario.
Cambio en los hábitos de vida
Para combatir este problema, se requiere un cambio profundo en los hábitos de vida y en las políticas públicas. Es esencial promover la actividad física desde una edad temprana a través de programas educativos y la inclusión de espacios para el ejercicio en las ciudades.
Iniciativas como la «ciudad activa» (por ejemplo, el diseño de ciudades que favorezcan caminar, andar en bicicleta y realizar ejercicio al aire libre) serán claves para fomentar un estilo de vida más saludable.
Además, la colaboración entre gobiernos, comunidades, escuelas y empresas para promover entornos que favorezcan el movimiento es crucial para lograr una sociedad más activa.
Transformación digital y auge del deporte virtual
La revolución digital está cambiando rápidamente la forma en que las personas se ejercitan, y en 2025 esta tendencia se habrá consolidado aún más.
La combinación de realidad virtual (RV), inteligencia artificial (IA), y dispositivos de seguimiento del rendimiento físico permitirá a los usuarios acceder a entrenamientos personalizados y adaptados a sus necesidades de forma remota.
Plataformas como Peloton, Zwift o Mirror han demostrado la viabilidad de este modelo híbrido, donde los usuarios pueden disfrutar de clases de ejercicio en vivo o grabadas desde la comodidad de su hogar.
Entrenamiento físico e IA
Además, el uso de dispositivos wearables como relojes inteligentes, pulseras de actividad o sensores incorporados en la ropa permitirá monitorear en tiempo real variables como la frecuencia cardíaca, el gasto calórico o la calidad del sueño.
Estos dispositivos no solo facilitarán un seguimiento más preciso del rendimiento, sino que también podrán integrar tecnologías de IA para ofrecer recomendaciones personalizadas, lo que transformará la manera en que se aborda el entrenamiento físico.
Acceso a tecnologías deportivas
En 2025, el reto será garantizar que el acceso a la tecnología no se convierta en una barrera, especialmente en contextos de pobreza o falta de recursos.
Invertir en infraestructuras públicas que ofrezcan acceso a tecnologías deportivas será una forma efectiva de incluir a todos los segmentos de la población en la revolución digital del deporte.
Además, las instituciones educativas pueden integrar la tecnología como una herramienta más para promover la actividad física, combinando el ejercicio físico con el uso de apps y plataformas digitales.
Accesibilidad e inclusión en el deporte
A pesar de los avances en el deporte, la accesibilidad e inclusión siguen siendo un desafío clave. Para 2025, se espera que un número mayor de personas con discapacidades busque participar en actividades físicas, pero aún existen barreras importantes, tanto físicas como sociales.
Según la Fundación Deporte y Desafío, en 2020 más de un 70% de las personas con discapacidad en España no realizaba actividad física de forma regular.
Para que el deporte sea verdaderamente inclusivo, es necesario que las infraestructuras deportivas se adapten a todas las necesidades, desde personas con movilidad reducida hasta aquellos con discapacidades sensoriales.
Los avances en el diseño de instalaciones deportivas accesibles, la creación de programas de ejercicio adaptados, y la promoción de la integración en el deporte competitivo y recreativo son pasos importantes hacia la inclusión.
Exoexqueletos, prótesis avanzadas e inclusión deportiva
Se espera que para 2025 las tecnologías emergentes, como los exoesqueletos o las prótesis avanzadas, jueguen un papel crucial en la inclusión deportiva.
En este sentido, la cooperación entre investigadores, fabricantes de dispositivos tecnológicos y organizaciones deportivas será clave para mejorar la accesibilidad.
Además, la formación de entrenadores y monitores deportivos en técnicas de inclusión será fundamental para garantizar una mayor participación de las personas con discapacidad.
Deportes sostenibles y concienciación medioambiental
El cambio climático y la creciente conciencia ambiental están impactando en todos los aspectos de nuestra vida, y el deporte no es una excepción.
En 2025, la sostenibilidad será un factor decisivo tanto en la gestión de eventos deportivos como en las prácticas diarias de los atletas y las organizaciones deportivas.
Materiales reciclado y reducción de la huella de carbono
Grandes eventos como los recientes Juegos Olímpicos de París 2024 y el Mundial de Fútbol de la FIFA previsto para 2026 ya han incorporando medidas ecológicas, como el uso de materiales reciclados y la reducción de la huella de carbono.
Además, los consumidores están cada vez más interesados en productos deportivos sostenibles, desde ropa deportiva hecha con materiales reciclados hasta zapatillas que minimicen su impacto ambiental.
La industria del deporte deberá adaptarse a esta demanda, promoviendo prácticas de producción y consumo más responsables.
Uso de transporte público y prácticas ecológicas
Las marcas deportivas deberán liderar la transición hacia una economía circular, en la que los productos se fabriquen, usen y reciclen de manera sostenible.
Además, los eventos deportivos deberán seguir desarrollando estrategias para minimizar su impacto ambiental, promoviendo el uso de transporte público y fomentando prácticas ecológicas tanto para los organizadores como para los participantes.
Hacia nuevas formas de entrenamiento y competición
En 2025, el concepto de «deporte» se ampliará aún más gracias al auge de nuevas modalidades que combinan elementos tradicionales con innovaciones tecnológicas.
Las competiciones de deportes electrónicos (eSports) ya están en auge, y se espera que en los próximos años crezca la popularidad de los eSports en paralelo con el deporte físico.
El reto será integrar estas disciplinas en el panorama global del deporte, estableciendo regulaciones, promoviendo la participación inclusiva y garantizando su sostenibilidad.
Máquinas inteligentes de rehabilitación y rendimiento físico
Por otro lado, los nuevos métodos de entrenamiento como el uso de inteligencia artificial en el diseño de rutinas personalizadas, el entrenamiento basado en datos o el uso de máquinas inteligentes para la rehabilitación y el rendimiento físico serán cada vez más populares.
Estas herramientas no solo revolucionarán el entrenamiento de élite, sino también las rutinas de las personas comunes que busquen mejorar su salud y estado físico.
Competición saludable e interacción social
En 2025, la clave estará en integrar estos nuevos enfoques dentro del marco tradicional del deporte, asegurando que no se pierda el espíritu del ejercicio físico, la competición saludable y la interacción social.
Además, es importante fomentar la colaboración entre profesionales del deporte, científicos y tecnólogos para asegurar que las innovaciones sigan siendo accesibles, seguras y efectivas para todos.
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