Importancia de la autoexploración para detectar el cáncer de testículo. Buscamos información con el Doctor Javier García del Muro, responsable de la Unidad de Cáncer Genitourinario de IOB, Instituto Oncológico del Hospital Quirónsalud Barcelona.
«Es recomendable realizar una autoexploración periódica para detectar cualquier posible zona irregular, más dura, o bien algún abultamiento, hinchazón o agrandamiento del testículo», asegura el especialista.
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Importancia de la autoexploración para detectar el cáncer de testículo
Es fundamental visibilizar la existencia de los dos tipos de cáncer más frecuentes en hombres, el de próstata y el de testículos. El doble objetivo es conseguir un diagnóstico precoz y mayores recursos para investigación.
Desde el Hospital Quirónsalud Barcelona y el IOB ponen especial atención en el cáncer de testículo, al tratarse del más frecuente en jóvenes de entre 15 y 35 años y sobre el que hay un gran desconocimiento.
En 2023, se han diagnosticado más de 1.500 casos de cáncer de testículo. Estas cifras indican la importancia de que los varones de dicha franja de edad conozcan su existencia y cómo realizar una autoexploración que permita una detección temprana.
Tipos de cáncer de testículo
El cáncer de testículo es el tumor maligno que se desarrolla en el tejido testicular.
En realidad, existen varios tipos de cáncer de testículo. En el interior del testículo existen tipos de células diferentes, y en cada una de ellas se puede originar un cáncer de características distintas.
Esto es importante por las implicaciones desde el punto de vista del pronóstico y del tratamiento.
En torno al 90-95% de estos tumores provienen de las llamadas células germinales, que se pueden encontrar en un testículo o en ambos. Existen dos variantes:
- Seminoma, que aparece entre los 30 y los 35 años.
- No seminoma, que suele afectar en edades más tempranas, de 15 a 25 años.
Factores de riesgo
Los factores que predisponen a la aparición y desarrollo del cáncer de testículo son tres, según explica el Dr. Javier García del Muro:
- Criptorquidismo (testículo no descendido)
- Historia familiar de cáncer de testícular
- Presencia de tumor testicular contralateral
El tratamiento del cáncer de testículo ha experimentado importantes avances en los últimos años. Esto ha hecho que sea el tumor maligno solido con mayor crecimiento de porcentaje de curación.
Aumento indoloro del tamaño del testículo
Más del 80% de los cánceres de testículo se manifiestan con un aumento del tamaño totalmente indoloro.
A menudo, por vergüenza y temor, muchos varones retrasan el momento de acudir al médico y esperan a que sea una situación pasajera.
Y es aquí cuando puede agravarse la situación. Si bien estamos ante un cáncer con una tasa de curación muy alta, por encima del 90% incluso en fases metastásicas, es un tumor de evolución muy rápida, en el que la detección temprana es crucial.
Correcta autoexploración
La buena noticia, a diferencia de otros tipos de cáncer (como el de pulmón), es que dicha detección depende en gran parte de una correcta autoexploración.
En palabras del Dr. Javier García del Muro, de IOB, «es recomendable realizar una autoexploración periódica para detectar cualquier posible zona irregular, más dura, o bien algún abultamiento, hinchazón o agrandamiento del testículo. En el caso de que esto suceda, no infravalorar y acudir al urólogo lo antes posible para realizar un correcto diagnóstico».
De hecho, cometer un diagnóstico de sospecha es muy sencillo, ya que en la mayoría de los casos solo requerirá realizar una ecografía testicular.
En relación con la autoexploración, es importante destacar que el abultamiento en el testículo o la detección de una zona irregular cursa en la mayoría de los casos sin dolor, por lo que no hay que esperar a que duela para acudir al especialista.
Tratamiento: cirugía testicular, radiocirugía y quimioterapia
Como hemos visto, el cáncer de testículo es el tumor sólido con una mayor tasa de curación, superior al 90%, también en fases metastásicas. Por ello, es importante informar sobre su existencia e incidir en la importancia de la autoexploración.
Los tratamientos dependerán del estadio y el tipo de células que forman el tumor, pero habitualmente requerirá cirugía y quimioterapia y/o radioterapia.
Orquiectomía, extirpación del testículo
A diferencia de lo que sucede con otros tipos de cáncer, en los que antes se realiza una biopsia del tumor, el tratamiento del cáncer testicular comienza con la extirpación del testículo lo antes posible (orquiectomía).
En esta intervención se extrae el testículo completo, junto con el tumor y el cordón espermático, ya que este contiene parte de los conductos deferentes y vasos sanguíneos, que pueden actuar como vía de propagación.
En aquellos casos en los que la detección se da en una fase muy incipiente, será suficiente con esta intervención.
Sin embargo, alrededor de un tercio de los pacientes poseen metástasis en el momento del diagnóstico o las desarrollarán en los dos años posteriores. En estos casos, el tratamiento requerirá quimioterapia, que es altamente efectiva frente a esta enfermedad.
Controles exhaustivos
«Una vez terminado el tratamiento de quimioterapia, las posibilidades de que el cáncer ya esté curado son muy altas. Solo en el 10-15% de pacientes puede reaparecer en los dos primeros años», apunta el Dr. Javier García del Muro.
A pesar de ser un porcentaje de recaída muy bajo, en comparación con otros tipos de cáncer, los controles que se llevan a cabo son igualmente exhaustivos, con análisis de sangre para detección de marcadores tumorales y realización de pruebas TAC por prescripción del especialista.
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